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lunes, 18 de noviembre de 2013

Unidades de Gestión Clínica: confíe en nosotros, nos ocuparemos de todo

Michael Porter, en su libro "Redefining Healthcare", aporta las bases de la cadena de valor de un proceso clínico. Él nos viene a decir: no se preocupen tanto por las guías de práctica clínica, esfuércense, en cambio, a compartir con los pacientes los objetivos de salud que razonablemente esperan conseguir, aclaren bien qué parte de los resultados dependerá del propio paciente y qué parte de los profesionales implicados. Después preocúpense por medir los resultados conseguidos, por saber qué les ha costado obtenerlos y compitan en el mercado sanitario con estos valores en la mano.

Que las dificultades propias del proceso clínico no nos hagan perder el norte: la efectividad clínica es el único objetivo


Según la metodología Care Delivery Value Channel (CDVC), los responsables de un proceso clínico deben saber definir cómo abordar cada uno de los estadios de un proceso clínico: prevención, diagnóstico, preparación, intervención, recuperación y seguimiento o monitorización. Al mismo tiempo que se debe garantizar que el paciente fluya por el proceso sin sobresaltos ni descoordinaciones, con garantías y bien informado.

Para ayudar a entender mejor la teoría porteriana, me he inventado un caso ilustrativo. Imaginemos un servicio de cirugía ortopédica en el que hay un cirujano (y un equipo) que operan muy bien las columnas. Corre la voz, aparece el efecto llamada y el equipo se convierte en una "máquina" de operar espaldas con excelentes resultados en términos de eficiencia y calidad. Pero este cirujano, un día de viaje por los Estados Unidos, visita una "Back Clinic", y se da cuenta de que aquella gente venden un mensaje diferente al de "somos los mejores operando columnas". Al contrario, lo que allí se respira es "si tiene un problema de columna confíe en nosotros, nos ocuparemos de todo" y, pasmado, nuestro cirujano observa que en la cartera de servicios del centro incluso tienen una "Back School" y que a los anfitriones les gusta explicar que, gracias al trabajo multidisciplinar, están consiguiendo reducir las tasas de intervencionismo, y por tanto están combatiendo la sobreactuación terapéutica en este campo. Ah! Y de paso, dicen, si finalmente no hay más remedio que operar, la "Back Clinic" dispone de un equipo de cirujanos y rehabilitadores excelentes.

Ahora no sé muy bien cómo terminar el cuento del cirujano ortopedista, pero no estaría mal que allí mismo, en los Estados Unidos, se comprara un ejemplar de "Redefining Health Care", que lo empezara a leer en el avión de vuelta y que al llegar al trabajo reuniera a su equipo con unas copias de CDVC sobre la mesa.

La filosofía que impregna la cadena de valor (porteriana) de un proceso clínico es: nos comprometemos a conseguir los resultados que acordemos con usted, confíe en nosotros, nos ocuparemos de todo.

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