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viernes, 27 de diciembre de 2019

El futuro ya está aquí








Years and Years es una serie de HBO que he descubierto hace poco y que cuenta, a través de la vida de una familia de Manchester, los cambios que se podrían producir en un futuro no muy lejano, entre 2024 y 2030. Sin entretenerme en el análisis socioeconómico y político, que es lo mejor de la serie, en ella aparecen avances científicos importantes relacionados con la salud y con la tecnología de la comunicación, siendo la inteligencia artificial uno de ellos. 

La inteligencia artificial, como ya se ha comentado en este blog, va a obligarnos a cambiar la forma de relación con nuestros pacientes. Aunque aun no podamos vislumbrar con claridad como serán estos cambios, algunos ya han llegado. Uno de ellos es ADA.


ADA es una app de inteligencia artificial, creada por profesionales de la salud e ingenieros, que ayuda al usuario a obtener un “diagnóstico” de salud a través de preguntas. Evalúa los síntomas para obtener una información personalizada, brinda información relevante y va indicando cuales son los pasos a seguir, desde un tratamiento sencillo que puede hacer él mismo, hasta una visita al profesional médico de cabecera, llamar al teléfono de urgencias 112 o acudir directamente a urgencias en caso necesario.

La información siempre la da con probabilidades por suceso y de forma muy gráfica para que se pueda entender con facilidad. También genera un informe por si se quiere compartir con el profesional sanitario de referencia. En todo momento garantiza la privacidad y protección de datos.

ADA tiene ya más de ocho millones de usuarios en todo el mundo, está traducida a siete idiomas y es la app médica número uno en 140 países. Funciona, les invito a probarla. 

No obstante, es larga y tediosa para los profesionales de la salud, que estamos acostumbrados a realizar menos preguntas a nuestros pacientes, cuestión que  también nos debería hacer reflexionar. Pero sobre todo es útil para los pacientes, dado que los empodera, ya que pueden entender la gravedad de sus síntomas, también aprender más sobre su salud y, finalmente, hacer un mejor uso de los recursos sanitarios.

Otro ejemplo de que la tecnología ya está aquí para ayudar a organizar la demanda es la app ASKmyGP, que se está utilizando en el National Health Service (NHS) del Reino Unido.  Esta aplicación, que funciona las 24 horas, permite comunicarse con el médico de cabecera y explicarle el motivo de la consulta, de forma que se pueda resolver telefónicamente, por e-mail, por videollamada o de forma presencial. También en el Reino Unido se usa Babylone, una app que permite chequear los síntomas (machine learning) y contactar con un/a médico/a de familia. Se usa en algunas zonas para no saturar la demanda con patología banal.

En cualquier caso, estamos ante un cambio respecto a como nos vamos a relacionar con los pacientes y la forma en que estos van a referir sus dolencias. Y también en cuanto a que los sanitarios no vamos a ser los únicos que podremos diagnosticar. Deberemos aprender a vivir con ello. Porque este futuro, como en Years and Years, no está tan lejos.

3 comentarios:

  1. Teniendo en cuenta lo que estamos viendo en nuestros días, las situaciones que plantea years and years no son en absoluto descabelladas. Yo también recomiendo la serie.
    Con respecto a la IA es evidente que se vislumbran unos cambios en la relación con los pacientes que apenas podemos adivinar. El problema va a ser el poder que tengan ( o se le quiera dar) a esas herramientas. Me imagino una recomendación generada por un algoritmo de decisión de IA como prueba contra la decisión de un medico (humano).... y no sé que pensar. La comunidad científica en su conjunto debe hacer una profunda reflexión, anticiparse al futuro incierto (y puede que amenazante) y no dejarse seducir por intereses que nada tienen con la función de la sanidad.

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  2. La IA ya está.No tiene que llegar. Su futuro será aun más exponencial.Quiera o no el corporatismo medico.

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  3. El problema no es la IA. La IA la diseñan personas que deciden algoritmos y cuáles son las preguntas y las respuestas. Si las preguntas y las respuestas están encaminadas en una direacción u otra, los resultados posibles pueden ser muy diferentes. Y lo sabemos por experiencia: no son iguales las pregutnas y las respuestas de un médico u otro, y dependen de un conjuntos de creencias, conocimientos,... ideas al fin y al cabo, que responden a multitud de factores internos y externos al individuo: su historia vital, su aprendizaje, sus preocupaciones, las instrucciones de su empresa, los intereses sociales, la ética profesional, los incentivos, la publicidad.
    La IA puede ser una herramienta util, pero tiene que ser abierta (los algoritmos tienen que ser públicos), tiene que tener un propósitos y fines claros y consensuados. Si no, corremos el riesgo de quedar en manos de intereses o fines que vayan contra nosotros mismos o contra la mayorái y en beneficio de unos pocos, como ha pasado a lo largo de toda la historia de la humanidad (y en eso la IA, como producto nuestro, no va a ser diferente).
    Un saludo

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