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viernes, 22 de abril de 2022

Atención sanitaria basada en el valor: ¿qué viene después?

Alexandre Lourenço
Lusitania


Han pasado más de 15 años desde la publicación del icónico libro de Michael Porter y Elizabeth Teisberg Redefining HealthCare.

Como consultor experimentado, Porter transmitió un mensaje simple: atención sanitaria basada en el valor (VBHC, por sus siglas en inglés), un concepto atractivo para los profesionales de la salud, los proveedores y los pagadores. Presentado como una solución a la crisis de la atención sanitaria en Estados Unidos, el concepto de valor –la relación entre los resultados y el costo para lograrlos– se extendió rápidamente por Europa, América del Sur y Australia. Como pócima mágica, proporcionó una cura para casi todos los problemas de salud. Abordó la fragmentación, la variación, la provisión excesiva de atención, la insostenibilidad financiera, los errores médicos, el compromiso clínico, la falta de confianza, la desvinculación del paciente, etc.

Pronto, reconociendo la necesidad de poner en práctica un concepto simple en un sistema complejo, Porter se asoció con el Boston Consulting Group (BCG) y el Hospital Universitario Karolinska para crear el Consorcio Internacional para la Medición de Resultados de Salud (ICHOM). Tomando las ricas bases de datos clínicos de Suecia como ejemplo, se sugirió que solo los registros extensos asegurarían la medición de los resultados. A falta de ejemplos concretos, se presentó repetidamente el ejemplo del cáncer de próstata localizado de Martini Klinic y, basándose en este convincente ejemplo, que muestra diferencias significativas con respecto a los resultados de la disfunción eréctil y la incontinencia, el concepto de valor fue fácil de vender. Al tratar con la diversidad de codificación y la necesidad de ajustar el riesgo del paciente individual, se desarrollaron los primeros conjuntos de estándares clínicos y algunos años después se desarrollaron varios conjuntos de estándares específicos para cada patología.

No obstante, la recopilación de datos para la medición de los resultados a lo largo del continuo de la atención es laboriosa y, en algunos casos, constituye un uso cuestionable de los recursos clínicos. Además, el enfoque específico centrado en la patología para desarrollar los conjuntos de estándares y el alto nivel de independencia de los grupos de expertos individuales dieron como resultado una armonización insuficiente de las medidas entre las patologías. Desde el punto de vista práctico, los sistemas de información de salud centrados en la organización aún constituyen barreras para la implementación rápida de la medición y comparabilidad de resultados. Desde el lado de los costos, también surgen problemas de implementación con respecto a la comparabilidad. A pesar de que es comúnmente aceptable utilizar la determinación de costos basada en actividades en función del tiempo, llevar a cabo la metodología requiere recursos adicionales y las organizaciones no están dispuestas a compartir datos de costes.

Estamos en el mes de abril de 2022 y ha llovido mucho. ¿Dónde estamos ahora? ¿Dónde están las pruebas y las historias de éxito del VBHC? Por favor, no me malinterpreten. El VBHC ha mostrado nuevas formas de ver el sistema de salud, ha influido en los pagadores de todo el mundo para pasar del pago por servicio o pagos basados en casos a pagos combinados y pagos por desempeño. También influyó fuertemente la Affordable Care Act (también conocida como Obamacare). Los hospitales han empezado a cuestionar su organización vertical según especialidades médicas y algunos han evolucionado hacia nuevos modelos organizativos (p. ej., clínicas basadas en patologías específicas, trayectorias clínicas). El Hospital Universitario Karolinska es probablemente el más audaz entre los principales hospitales al abolir los departamentos tradicionales y desarrollar nuevos modelos organizativos basados en la agrupación de trayectorias clínicas. Algunas organizaciones internacionales han adoptado el concepto y se han asociado con ICHOM. La OCDE ha desarrollado PaRIS, encuestas de indicadores informados por los pacientes. La industria farmacéutica ha sido la más abierta al concepto entre los actores de la atención sanitaria, buscando adquisiciones basadas en el valor y contratos de riesgo compartido basados en los resultados clínicos. Pero, ¿dónde estamos ahora y qué viene después?

Como mencionó Peter Drucker, los hospitales son una de las organizaciones más complejas de la sociedad moderna. Varias son las fuerzas que defienden el statu quo y un concepto no es suficiente para contrarrestar las fuerzas institucionales y profesionales. Solo la gestión, el management, asegurará la fuerza necesaria para fomentar el cambio. Ni VBHC ni ninguna otra idea surgirá sin un liderazgo bueno y comprometido.

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