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miércoles, 22 de abril de 2015

Cuidado ¡eres lo que diseñas!








Si entender la idea de "ontological design" nos pudiera ayudar a ver las cosas de otra manera ¿valdría la pena dedicarle los 2 minutos en leer este post? Pruébalo.

El término ontología en ciencia hace referencia a conceptos, objetos o entidades que se organizan en dominios de conocimiento. En filosofía, sin embargo, la ontología es un ámbito de la metafísica que trata sobre los problemas de la existencia, acepción que últimamente ha ido sonando en el ámbito del diseño (Willie. A, 2006) y que llegará al de la salud.

El diseño, como dice el premio Nobel Herbert A. Simon, es el resultado de una actividad intelectual que tiene por objeto cambiar una situación existente por una de mejor. Así, pues, se debe considerar que se practica la "disciplina del diseño" cuando se piensa cómo deben ser los nuevos servicios de salud, los nuevos tratamientos o las nuevas estrategias de comunicación con los pacientes entre tantos otros aspectos del universo de la salud.

Aproximarnos al diseño nos abre un mundo de herramientas y modelos que pueden ser de gran utilidad a los profesionales de la salud que se plantean las cosas en clave de innovación. Incluso, la identificación con el diseño, mirando desde su dimensión ontológica, se convertiría en un agente transformador de nosotros mismos y de nuestro entorno. Esta es la novedad. Si diseñamos pensando en los demás nos volveremos más generosos, si diseñamos fijándonos retos elevados seremos más valientes y ambiciosos y si diseñamos con honestidad seremos más felices. Por el contrario si hacemos las cosas pensando en clave de funcionario nos volveremos más burócratas y si sólo pensamos en clave económica nos crecerán manguitos y visera de contables. Nosotros diseñamos el mundo que nos rodea y éste nos diseña nosotros, y si no se hace bien, más temprano que tarde se paga. De hecho no descubrimos nada nuevo si decimos que lo que hacemos acaba configurando lo que somos, tanto en el plano individual como en el colectivo.

Todo ello es como una rueda que se realimenta y todo está más conectado de lo que pensamos, como en Pandora, el planeta de los Na'vi (Avatar, 2009).

¿Lo ves todo un poco diferente? Si tienes 2 minutos más mira este vídeo.


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