Pedro Rey
Comportamiento saludable
Por primera vez en la historia, un grupo de doscientas revistas internacionales de medicina y salud pública, que incluye a las principales del sector como
The Lancet y
The New England Journal of Medicine, se ha coordinado para publicar, el 7 de septiembre pasado, un
editorial conjunto pidiendo a los gobiernos que cooperen e inviertan de forma urgente en la crisis medioambiental, de la misma forma en que lo han hecho en la pandemia de coronavirus, debido a las consecuencias que el cambio climático produce en la salud. Afirman que “una subida de 1,5 grados Celsius en las temperaturas globales supone la mayor amenaza actual a la salud pública”, más aún cuando “el mundo va camino de calentarse alrededor de 3 grados Celsius por encima de los niveles anteriores a la industrialización en el año 2100, acompañándose de una continua pérdida de biodiversidad”. Todo ello provocará un “daño catastrófico a la salud mundial que será imposible revertir”. Entre las consecuencias directas de la subida de las temperaturas citan enfermedades cardiovasculares y complicaciones en los embarazos, mientras que entre las indirectas mencionan la pérdida de fertilidad de la Tierra y la destrucción de hábitats que incrementarán la malnutrición y aumentarán el riesgo de futuras pandemias.