Nos preocupa de forma creciente la inminente jubilación masiva de cuadros médicos. Hasta 8.000 facultativos se retirarán de la práctica en los próximos 10 años según los colegios de médicos catalanes, lo que representa un 23% del total actual de asociados. A los efectos del envejecimiento social se le unen, perversamente, las repercusiones de las políticas de educación del pasado (numerus clausus) y de las políticas de restricción de la reciente crisis económica.
Parece ser que la actual tasa de reposición será insuficiente para compensar el efecto jubilación, obligando a buscar soluciones más imaginativas y complejas que la simple substitución. Algunos ven en esta circunstancia la oportunidad para replantear el modelo asistencial dando más cabida a otras profesiones y haciendo evolucionar la organización de servicios con el apoyo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Sin embargo, me gustaría centrar la atención en otra consecuencia, más cualitativa si cabe, del relevo generacional. El merecido descanso de la jubilación supone la pérdida de conocimiento experto para el sistema, pero también el repliegue de formas de pensar y hacer que serán automáticamente substituidas por los estilos dominantes de las generaciones que permanecen o llegan.
Si observamos las características de la conocida como generación Y, o generación del milenio (millennials), que están entrando en la arena laboral y asistencial, veremos que llegan con un equipaje diferente. La revista americana MD identificaba los diez rasgos de los médicos millennials en el artículo “What to expect when Millennial doctors in training become doctors in practice”:
- Se sienten confortables usando tecnología
- Buscan flexibilidad laboral
- Rechazan el racismo, el sexismo y la discriminación
- Están sobre-endeudados
- No tienen miedo al cambio
- Tienen un concepto informal de ser médico
- Quieren conciliar la vida laboral y personal
- Son ambiciosos
- Son competitivos y colaborativos al mismo tiempo
- Necesitan sentirse especiales
Excepto el capítulo del sobre-endeudamiento debido a los altos costes de la universidad norteamericana, el resto de características son bastante extrapolables a nuestra realidad. A pesar que estos valores no serán necesariamente los dominantes (ver pirámide de edades), sí que influirán en algunos de los retos que tenemos en frente y condicionarán las decisiones que tome la generación X (la que tomará el relevo). Los nativos digitales serán un aliado de excepción en la transformación digital de la práctica clínica por su facilidad en el manejo de tecnologías y la relación que puedan establecer con los pacientes, particularmente los que también compartan la facilidad digital. Su concepción del trabajo obligará a buscar respuesta a la flexibilidad y la conciliación deseada, así como la demanda de una gestión ágil, plana y personalizada.
A pesar de que la ambición y la no aversión al cambio pueden ser un potente capital para transformar nuestras organizaciones siempre que los equipos de dirección lo vivan como oportunidad y no como amenaza, la intolerancia a la incertidumbre que nos describía Jordi Varela en su post "Tolerar la incertidumbre: la revolución pendiente" dificultará su adaptación y deberá ser tenida en cuenta.
Como anunciaba Séneca a Lucilio, "ningún viento será bueno para quien no sabe a qué puerto se encamina" y parece que el parte metereológico anuncia temporal para los próximos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario