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viernes, 21 de enero de 2022

#FAP_ICSCC: farmacéuticos y farmacéuticas de atención primaria, un apoyo para la atención centrada en el paciente

Josep Vidal-Alaball
Communitas



Para la redacció de este post, Josep Vidal-Alaball ha compartido autoría con Anna Maria Bonet Esteve y Aïna Fuster Casanovas.

Los sistemas de salud siempre se han orientado más a la enfermedad que al paciente. De forma paternalista, se ha gestionado la medicación del paciente indicándole lo que tiene que tomar y cómo lo tienen que hacer. ¿Qué consecuencias ha tenido esto? Incomodidad en aquellos pacientes a los que no les sienta bien la medicación, con la consiguiente interrupción del tratamiento y la frustración de los profesionales al no obtener resultados, además del elevado coste asociado al sistema sanitario. El perfil social de la población catalana se caracteriza por el envejecimiento progresivo y, por lo tanto, por un aumento de la patología crónica y las comorbilidades asociadas. La atención sanitaria fragmentada entre los múltiples proveedores de salud del sistema puede complicar unos tratamientos ya complejos per se. En un contexto de medicalización excesiva de la vida cotidiana por el uso del medicamento como uno de los principales recursos terapéuticos en la provisión de asistencia sanitaria, aparece la necesidad imperativa de cambiar el modelo de gestión paternalista para promover una atención donde se tenga en cuenta a todos los stakeholders (1)(2)

Hoy en día, los sistemas de salud punteros se caracterizan por tener un modelo de atención sanitaria centrada en el paciente o avanzar hacia dicho modelo. El empoderamiento del paciente, la toma de decisiones compartidas y la formación de equipos multidisciplinares son claves para promover un sistema sanitario eficaz y eficiente. Precisamente por esto queremos haceros partícipes de la incorporación de la figura de los farmacéuticos y farmacéuticas de atención primaria (FAP) a los equipos de atención primaria (EAP) para la mejora del modelo de gestión centrada en el paciente en el Instituto Catalán de la Salud de la Cataluña Central (ICS-CC). 

La Unidad de Farmacia y la Dirección Asistencial de la Cataluña Central decidieron impulsar el rol del farmacéutico en los EAP e implementar un modelo innovador centrado en el paciente a través del Plan funcional de la unidad de farmacia aprobado en 2018 (2), plan que destaca por potenciar el rol más clínico de los FAP y las FAP con el abordaje más individualizado de los pacientes. Su objetivo es optimizar el tratamiento farmacológico de los pacientes y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida y la seguridad de la atención, contribuir a la sostenibilidad de la atención sanitaria y mejorar la satisfacción del paciente y del proveedor de salud (2). Así, este modelo innovador no solo cumple con las tres dimensiones del Triple Aim, la mejora de la experiencia de los pacientes, los resultados clínicos en la población y la reducción de los costes per cápita, sino que además busca cumplir con la cuarta dimensión que aporta el Quadruple Aim: la promoción de la satisfacción del profesional (3).

La importancia de elaborar un plan para aplicar las reformas

Antes de operativizar el Plan funcional se determinó de forma razonada la “necesidad farmacéutica” de cada EAP con la intención de asimilarla al ya utilizado “cupo asignado” que tienen otros profesionales de atención primaria. Se consensuaron diferentes variables para calcular la carga de trabajo estimada de los farmacéuticos y farmacéuticas de atención primaria para el desarrollo de sus funciones. De esta manera, la asignación de FAP a los EAP se basó en el resultado de un índice sintético que correspondía a la suma ponderada de un conjunto de variables (dispersión, índice socioeconómico, población asignada, frecuentación, población institucionalizada, número de plazas de residencia geriátrica y psiquiátrica, número de residencias, valor sintético del índice de calidad de prescripción farmacéutica, porcentaje de polimedicados, porcentaje de adherencia a la Guía de prescripción de centros geriátricos, importe/residente, porcentaje de pacientes PCC y MACA, tasa de incidencias de seguridad sobre medicamentos). Asimismo, se definió un plan de comunicación orientado a dar visibilidad a la figura del farmacéutico o farmacéutica de atención primaria, tanto internamente como entre la población de referencia, con la creación de un logotipo y un hashtag propio en Twitter (#FAP_ICSCC).

El Plan funcional se implementó en 2019 y se estructuró en dos fases. La primera implicó la transición presencial de los FAP y las FAP desde los servicios de atención primaria, donde residen los órganos de dirección y técnicos, a los EAP. Su papel principal se orientó a transformar progresivamente la cultura de abordaje del tratamiento farmacológico dando más valor a la revisión estructurada de la medicación en el marco de los equipos multidisciplinares. Para ello se desarrollaron diferentes actuaciones como la creación de agendas propias de FAP integradas en la estación clínica de atención primaria (eCAP). También se iniciaron visitas no presenciales para ordenar la revisión de la medicación, priorizando a los pacientes polimedicados y el registro de la propuesta de recomendaciones en la historia clínica del paciente. Además, se reorganizaron las actividades clásicas de las FAP enfocadas a la visión poblacional del uso de fármacos y se definió un cuadro de mando específico para monitorizar las estrategias priorizadas que se actualiza periódicamente. Entre estas estrategias se incluyeron el abordaje de la polimedicación, el uso de antibióticos o el tratamiento de la ansiedad o el insomnio. A pesar de los casi dos años de pandemia de COVID-19, esta fase es actualmente la más consolidada, representando el leitmotiv del rol clínico de los FAP y las FAP en el seno de los EAP. La segunda fase planteaba una interacción más directa con el paciente y el COVID-19 favoreció una oportunidad única de hacerla operativa. Aunque el plan incluía las visitas presenciales con pacientes, especialmente los polimedicados, el inicio de la campaña de vacunación COVID permitió que la interacción innovadora se adaptara al contacto telefónico para resolver las dudas vacunales de la población. Los datos del número de visitas de los dos últimos años son reveladores: 2.883 visitas en 2020 y 5.722 visitas en 2021.

La atención centrada en el paciente, el reto

La Unidad de Farmacia de la Cataluña Central ha apostado por el modelo de atención centrada en el paciente, contribuyendo de manera innovadora, pionera y eficaz a los equipos multidisciplinares de los centros de atención primaria. Aun así, el próximo objetivo es implementar las visitas presenciales con pacientes. En este contexto, el aumento creciente de los problemas de salud mental supone un reto donde el rol de los FAP y las FAP puede ser decisivo y, en este sentido, serán marco de referencia con el inicio de un proyecto orientado a la reducción del uso de las benzodiacepinas. Por último, tenemos que felicitarnos de la visión disruptiva del modelo que contempla incorporar un FAP o una FAP a cada uno de los EAP y que quiere ser motivo de inspiración para otros equipos.

Doy las gracias a los FAP y las FAP de Cataluña Central: Mar Casanovas Marfà, Vanesa García Sánchez, Amanda López Ínsua, Adrián López Cortiña, Marta Massanés González, Carol Rovira Algara, Ester Vizcaíno Vilardell y Anna Bonet Esteve.


Bibliografia

  1. ENASPIC. Estratègia Nacional d’atenció primària i salut comunitària. :1–38. 
  2. Bonet A. Pla Funcional. Unitat de Farmàcia d’Atenció Primària. Gerència Territorial Catalunya Central. 2018; 
  3. Roure C. Avances en gestión clínica: Del Triple Aim al Quadruple Aim. 2015.

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