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lunes, 24 de enero de 2022

Clamor por la autonomía de los centros de atención primaria

Jordi Varela






@varelalaf
Los sistemas autonómicos de salud gestionan la atención primaria de forma directa, salvo excepciones como las OSI (Euskadi), las EOXI (Galicia) o las EBA y otros formatos diversos (Cataluña).* Por este motivo la inmensa mayoría de los centros de atención primaria sufren de exceso de regulación, jerarquía y control y, por tanto, sus responsables se convierten en simples transmisores de instrucciones, esforzados gestores del personal que les envían desde las bolsas de trabajo y angustiados controladores de unos presupuestos que les vienen dados. Podría decirse que los sistemas sanitarios públicos han creado el marco idóneo para que nadie quiera asumir el liderazgo de los centros de atención primaria.

Confianza, simplicidad e innovación

En las antípodas del modelo piramidal vigente, Pim de Morree, en un post brillante en Corporate Rebels, clama a favor de las organizaciones planas como la forma más avanzada de estructurar las empresas, un formato sin jerarquías ni controles previos que se basa en la confianza por encima de la burocracia, la simplicidad por encima de la complejidad y el impulso a la innovación por delante de los modelos prefabricados.

¿Les suena utópico? A los desconfiados les recomiendo echar un vistazo a todo lo que hemos publicado en nuestro blog sobre Buurtzorg, la organización neerlandesa de enfermeras comunitarias, donde verán que no sólo cada uno de los 900 equipos profesionales que componen esta organización tiene plenas competencias en la forma como se organizan, sino que también la tiene para la selección, contratación y formación del personal.

Si todavía son reacios a desmontar el complejo entramado burocrático que ahoga la atención primaria, se preguntarán cómo se lo hacen los de Buurtzorg para garantizar una calidad homologada del servicio y no caer en el caos. Para no hacerme pesado (en los posts de referencia tienen la respuesta larga), les diré que básicamente lo hacen mediante tres mecanismos: a) un grupo de coaches, que no gestores, apoyan a los equipos y les ayudan a solventar los problemas grupales que puedan surgir; b) una intranet es el eje vertebrador de la empresa desde donde se teje el intercambio de experiencias y se cuece la cultura de la organización en un clima de creación de inteligencia colectiva; y c) disponen de un benchmarking de resultados con un encuentro anual para debatir sobre las mejores prácticas.




Si no han tenido la oportunidad de pinchar el video, deberían tomar nota de los datos comparativos que en él se muestran entre Buurtzorg y los servicios equivalentes que todavía trabajan con el modelo burocrático tradicional: satisfacción de los pacientes un 30% superior, absentismo de los trabajadores un 33% inferior, rotación del personal un 33% inferior y costes de las superestructuras (overheads) un 50% inferiores.

Vistas las ganas de los profesionales de liderar y los buenos resultados observados en los modelos descentralizados, espero que no les quede ninguna duda sobre el hecho de que los centros de atención primaria necesitan más autonomía de gestión y más rendición de cuentas y, por contra, menos regulaciones y menos controles previos.

* OSI: organización sanitaria integrada / EOXI el mismo en gallego / EBA: entidad de base asociativa


1 comentario:

  1. Un buen modelo, una buena manera de trabajar, indudablemente.
    Pero claro, en un país mucho más horizontal, y que reconoce tantas cosas a los sanitarios, https://emtg.nl/necesita-saber-para-ser-enfermera-en-los-paises-bajos/
    Ese tipo de cultura hay que crearlo, porque de lo contrario el riesgo es que crees una estructura horizontal... ¡que acabe estando sometida a las reglas verticales de la Administración y esclava de ellas! Y dado el amiguismo que nos caracteriza, es posible que no pudiera crecer tanto porque, en ese medio ambiente externalizado, las adjudicaciones es posible que favorecieran a grandes constructoras o empresas de servicios o similares antes que a grupos colaborativos.
    Desde luego, merece la pena trabajar por esa cultura. Pero es una tarea social de amplio alcance, que hay que promover desde todos los niveles.

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