Los fármacos contra el cáncer, especialmente los paliativos, son tóxicos, caros y proporcionan beneficios en ocasiones exiguos, lo que hace que a menudo se cuestione su valor para el paciente y para la sociedad. También es verdad que las mejoras significativas en la supervivencia de algunos de ellos se ven amenazadas por la dificultad en el acceso, debido a que su coste empieza a ser insostenible.
Tal como les comenté hace algunos meses, algunas sociedades científicas, como la americana ASCO, pero también la europea ESMO y otras organizaciones, están desarrollando instrumentos para cuantificar el valor que aportan los fármacos contra el cáncer. El objetivo es proporcionar información exhaustiva clara, y no sesgada, para la toma de decisiones gubernamentales, o de las mutuas, sobre el acceso a los fármacos y sintetizar, en una única métrica, el balance entre la magnitud y relevancia del beneficio clínico esperable y su coste, es decir su valor. Vean de qué se trata en este video de presentación del intrumento desarrollado por la ESMO: Magnitude of Clinical Benefit Scale (ESMO-MCBS):