viernes, 25 de diciembre de 2020

Outcomes sí, pero atentos por donde pisamos


Mª Luisa de la Puente
Promoviendo confianza



Volvemos al tema de la información para la buena gestión, aquella que nos conduce a la mejora de la calidad asistencial, a dar más valor a lo que hacemos. Parece que algunos centros sanitarios se están moviendo ya lentamente hacia ahí o, si no se mueven aún, sí empiezan a reconocerlo como norte. Este movimiento necesita medirse y, para ello, no podemos prescindir de medir, además del outcome final, los pasos o acciones que nos llevan a él(1).

La actual pandemia de COVID-19 es un interesante estudio de caso acerca de la importancia de la métrica de los procesos. Mientras que el seguimiento de los resultados de los pacientes, como la mortalidad relacionada con la COVID-19, es de interés primordial, estos datos por sí solos no nos ayudan a entender cómo estamos gestionando la pandemia. Las medidas del proceso en torno a las actividades críticas, como la disponibilidad y el tiempo de respuesta de los tests diagnósticos, el cumplimiento del distanciamiento social, la cobertura del estudio de contactos, el uso de los equipos de protección personal, la utilización de camas de UCI o de ventiladores... nos dan una mejor comprensión de la situación del control de la pandemia.

La mejora de la calidad no se puede llevar a cabo sin medir el proceso, ardua tarea pero imprescindible. Para ello se necesitan datos de los registros clínicos, pero también de auditorías y observaciones que no están en estos registros, como ya hemos comentado en otros posts. Ambas maneras de medir la situación sanitaria vivirán una revolución en los próximos años. Ya hay centros que han hecho la gran apuesta de tener información online, en tiempo real, que permita detectar de forma rápida, por ejemplo, el deterioro de un paciente en planta o en su domicilio. Nuevas tecnologías que ya están aquí como dispensadores para rastrear electrónicamente la higiene individual de las manos a lo largo de la jornada laboral, identificación de personas por radiofrecuencia, softwares de monitorización y alerta de signos vitales o marcadores que facilitarán enormemente el seguimiento de los procesos de atención sanitaria. 

Medidas de proceso relacionadas con resultados que están gestionadas de forma que dan apoyo a la mejora de la gestión de la calidad y seguridad asistencial, y que lo hacen permanentemente. Hay que saber elegir los procesos que hayan demostrado relación con los resultados deseados. Con el apoyo a medida de los procesos clave, los centros podrán mejorar el conocimiento actual, con menos recursos y de forma más fiable, sobre qué se debe hacer o dejar de hacer para llegar al resultado de atención deseado. Los modernos avances en estadística pueden ayudar a cuantificar el efecto de ciertos procesos sobre los resultados.

Manteniendo la “emoción” por obtener outcomes, no podemos olvidarnos de la medición de los procesos. Recopilar datos para obtener medidas de proceso puede ser tan o más difícil que obtener algunas medidas de resultado, especialmente para los sistemas que no fueron diseñados para este tipo de vigilancia sino mayoritariamente para la facturación y administración, y no para la medición de los procesos clínicos. Se trata de un reto considerable que requiere una estrecha coordinación de trabajo entre clínicos, gestores, expertos en calidad, estadísticos e informáticos. 

El hospital Mount Sinai Morningside de Nueva York trabaja desde el año 2017 en un proyecto donde se comparte información en tiempo real ‒y cuidadosamente seleccionada‒ que se centra en la mejora diaria de la calidad y de la experiencia de los pacientes. Los aspectos de la actividad hospitalaria a los que el sistema da apoyo son: capacidad, demanda, estado del quirófano, estado clínico, gestión de casos, transiciones de cuidados, atención ambulatoria y de gestión crisis(2).

El Humber River Hospital de Toronto, por su parte, ha presentado recientemente en el International Forum on Quality and Safety la utilización de inteligencia artificial no solo para la gestión de recursos sino también para aspectos de calidad con la creación de un centro de control de última generación que funciona las 24 horas del día, los siete días de la semana. Este hospital ha logrado avanzar en calidad, seguridad y eficiencia a través de una transformación clínica innovadora combinando los algoritmos clínicos tradicionales y las herramientas digitales. 


Continuar la búsqueda de avances para mejorar la calidad de la atención sanitaria, alcanzando un mejor equilibrio de la medición de procesos y resultados apoyados en las nuevas tecnologías, nos ayudará a avanzar en la dirección correcta. 


Bibliografia

1. Pimentel MPT, Austin JM, Kachalia A. BMJ Qual Saf 2020; 29: 943–946. To improve quality, keep your eyes on the road. doi:10.1136/bmjqs-2020-011102.

2. Integrating a Real-Time Information Framework with Daily Management to Improve Flow and Revenue. NEJM Catalyst Innovations in Care Delivery 2020.


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