lunes, 12 de abril de 2021

Decisiones compartidas, evaluar para avanzar

Jordi Varela
Editor



El avance de las decisiones clínicas compartidas está siendo casi inapreciable y, por este motivo, se debería prestar atención a los resultados del ensayo clínico del grupo de investigación de Víctor Montori, evaluación que fue llevada a cabo con casi mil pacientes con fibrilación auricular, los cuales tenían que decidir si querían tomar anticoagulantes y, caso de hacerlo, cuál elegirían. En el ensayo, el grupo de pacientes de intervención pusieron a prueba un instrumento de apoyo a las decisiones compartidas, mientras que el de control siguieron la vía clínica habitual.

Un algoritmo para ayudar a los pacientes a decidir si de verdad quieren tomar anticoagulantes

A Anticoagulation Choice Decison Aid, Mayo Clinic ofrece un algoritmo que pretende facilitar la comprensión de riesgos a los pacientes con el objetivo de generar un clima de decisiones compartidas. Para ilustrar las características del instrumento, sugiero imaginar el caso de una mujer de 70 años diagnosticada de fibrilación auricular y que, al mismo tiempo, es diabética e hipertensa, para la que la aplicación ofrece el siguiente gráfico, que daría lugar a que el médico dijera algo del tipo: "de acuerdo con lo que sabemos, de cada cien personas con sus circunstancias, dentro de cinco años, ocho habrán sufrido un ictus grave y dieciséis uno leve, pero si acepta tomar anticoagulantes, estas cifras bajarían a un ictus grave y siete leves, o sea que, si toman anticoagulantes, dieciséis personas como usted se podrían ahorrar un ictus."

A continuación el algoritmo ofrece, también de manera gráfica, información sobre los diferentes tipos de anticoagulantes, pero el énfasis recae en que la paciente comprenda que de cada cien personas de su tipología que toman anticoagulantes, en los próximos cinco años, nueve tendrán que ir a urgencias por una hemorragia, algunas de ellas fatales.




Una mejora en la calidad de la atención clínica

El estudio mencionado ha demostrado que la decisión compartida mejora la calidad de la comunicación del acto asistencial y el grado de comprensión de los pacientes sobre la fibrilación auricular y la eventualidad del tratamiento con anticoagulantes, aporta además luz a los conflictos en la decisión y mejora la satisfacción por la atención recibida. Otro hallazgo es que la práctica de la decisión compartida no alargó la duración de las visitas.

Las evaluaciones sirven no sólo para validar los instrumentos de apoyo (decision aids), sino también para calibrar expectativas en un entorno de incertidumbres y riesgos que acompañan a cada decisión clínica que se toma.

1 comentario: