viernes, 16 de enero de 2015

Ensayos clínicos: + transparencia + consistencia






El Dr. Allen Frances, psiquiatra y profesor de la Universidad de Duke, es un luchador contra la psiquiatrización de la vida normal (ver su último libro "Saving Normal"). Su tweet, sin embargo, no está vinculado a la salud mental, sino al debate sobre la transparencia de los ensayos clínicos.

Hace un año comenté otro tweet, aquel era de Cochrane Collaboration, que informaba del alcance de la iniciativa alltrials.net. Ahora vemos como Fiona Godlee, editora jefe del BMJ, explica el éxito de aquella iniciativa, y nos comunica que la Agencia Europea del Medicamento ya se ha comprometido a poner al alcance de los investigadores, y del público en general, los resultados de los ensayos clínicos de los nuevos fármacos, a pesar de que, probablemente, esta propuesta acabará teniendo más restricciones de las deseadas, aspecto que no se sabrá hasta mitad del 2016, que es cuando la medida será realmente efectiva. "All Trials" avisa, sin embargo, que ellos no estarán satisfechos hasta que no se transparenten los resultados con carácter retroactivo, porque será la única manera de aportar luz a la medicina que se practica hoy (ver la declaración de Ben Goldacre).

Continuando con el asunto de los ensayos clínicos, la joya de la evidencia, una revisión del equipo del Dr. Stephen Chapman (Queen Elizabeth Hospital Birmingham) realizada con ensayos clínicos de técnicas quirúrgicas, descubrió que un 21% se abandonaban sin terminar, y que los que acababan, un 34% no se publicaban. Pero, como recuerda la editorial linkada en el tweet del Dr. Frances, muchos ensayos clínicos, publicados o no, son una muestra de derroche científico, porque las preguntas que se hacen, las comparaciones planteadas y los resultados perseguidos son sencillamente irrelevantes. Según afirma el editorialista, las razones de semejante despilfarro son varias, pero él cree que la más destacada es, sin duda, el modelo inapropiado de la actual financiación de la investigación.

Los expertos claman por proteger la metodología científica más excelente de todas, y las recetas que ofrecen son básicamente dos: a) mayor transparencia (también retroactiva) y b) financiación sólo de los ensayos clínicos que se generen para responder preguntas apropiadas y que estén diseñados con metodologías consistentes. 


Jordi Varela

Editor

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