lunes, 29 de octubre de 2018

Evitar transfusiones innecesarias: una práctica de valor que necesitaría más apoyo








Sólo un 7% de los hospitales españoles disponen de programas "Patient Blood Management"



En 2014, un meta-análisis y una revisión sistemática demostraron que el hecho de ser restrictivos en la prescripción de las transfusiones reduce complicaciones cardíacas, riesgo de nuevas hemorragias, infecciones y mortalidad, además de mejorar otros aspectos relacionados con las complicaciones, por lo que los esfuerzos dirigidos a ajustar las indicaciones a las estrictamente necesarias están considerados como prácticas de valor, pero para llevarlas a cabo hay que vencer resistencias fuertemente arraigadas en las costumbres. Los estudios observacionales vienen mostrando enormes variaciones en la tasa de transfusión para un mismo proceso clínico. Por poner un ejemplo, en EEUU se ha documentado una variabilidad del 7,8% al 92,8% en el uso de sangre en las intervenciones de bypass coronario, lo cual es un reflejo de la falta de rigor en esta práctica clínica.

Patient Blood Management (PBM)

Los programas PBM se basan en tres pilares: a) optimización del volumen sanguíneo, b) minimización de las hemorragias y c) optimización de la tolerancia a la anemia. Se trata de una estrategia global que ofrece criterios e instrumentos para reducir transfusiones en los procesos médicos y quirúrgicos en los cuales los excesos en el uso de bolsas de sangre son más habituales. Hoy en día se considera que desplegar PBM de manera transversal a todos los servicios y unidades de todos los hospitales es la mejor manera de ajustar las transfusiones a los criterios recomendados por la evidencia. El despliegue de PBM en las organizaciones sanitarias es una recomendación de la OMS desde 2011 y de la Unión Europea desde 2017 (si clican PBM en la columna de etiquetas de la derecha más abajo, encontrarán todas las entradas que ya se han editado en este blog sobre el tema).

Maturity Assessment Model in PBM (MAPBM)

MAPBM es una iniciativa de ámbito español de un grupo independiente de profesionales liderados por Elvira Bisbe que cuenta con el apoyo de AWGE (Anemia Working Group España) y de la International Foundation for Patient Blood Management. MAPBM tiene por objetivo ayudar a los hospitales a fomentar las prácticas PBM mediante un modelo propio de análisis de la maduración institucional en relación a sus políticas para reducir las transfusiones innecesarias. El modelo propuesto se basa en una matriz de análisis de la maduración de las organizaciones que incluye las cuatro dimensiones necesarias de toda dinámica de transformación: organización, formación, tecnología y procesos. Recomiendo visitar la web de MAPBM, donde verán la lista actualizada de los hospitales adheridos al proyecto. Ahora son 56, una cifra impresionante dada la dedicación voluntaria del grupo promotor, pero que sólo representa el 7% de los hospitales españoles. MAPBM, en sus primeros datos, también está observando grandes diferencias transfusionales en los seis procesos clínicos escogidos: artroplastias de rodilla, de cadera, fracturas de fémur, resección de cáncer colo-rectal, recambios de válvulas cardíacas y hemorragias digestivas agudas.

Resultados de las iniciativas PBM

En una primera fase, MAPBM está actuando como herramienta de apoyo para que los hospitales analicen su grado de maduración en la estrategia PBM y, de acuerdo con ello, puedan ajustar proyectos, formación e inversiones en este sentido. En una segunda publicación, MAPBM ya está empezando a demostrar correlación entre algunas acciones específicas de proceso, como la preparación preoperatoria con hierro o el tratamiento perioperatorio con ácido tranexámico, con la reducción de los índices transfusionales, pero aún es pronto para poder correlacionar maduración organizativa con reducción de las transfusiones excesivas. Los que sí que ya lo han hecho son los de Johns Hopkins, que han publicado la evaluación de un programa de las características de MAPBM, donde se observa que ha logrado reducir los índices transfusionales de manera significativa, y además ha ahorrado a la institución más de dos millones de dólares de costes directos.

Recomendaciones

Con todo ello, mi primera recomendación es que si aún no lo han hecho, inscriban su centro en MAPBM, donde recibirán el apoyo imprescindible para madurar estrategias en esta práctica tan valiosa. Además también les aconsejo que den un vistazo al documento de la Comisión Europea: "Supporting Patient Blood Management in the EU", donde hay una recopilación de ocho pasos a seguir por las direcciones de los hospitales para desplegar un PBM institucional:
  1. Crear un clima de urgencia para potenciar PBM como una práctica de valor
  2. Convocar un grupo de profesionales entusiastas que lideren el proyecto
  3. Definir una visión y generar estrategias apropiadas
  4. Ampliar los soportes tanto como se pueda
  5. Dotar de recursos el grupo y ayudarle con los obstáculos
  6. Priorizar acciones que visualicen pequeños éxitos a corto plazo
  7. Consolidar los avances y reforzar las acciones de cambio
  8. Anclar el PBM en la cultura de la organización
La iniciativa MAPBM está generando criterios, información y evaluación para la reducción de las transfusiones innecesarias, una práctica considerada de valor, por lo que se le debería dar apoyo de todo tipo, también institucional, con el fin de aumentar el número de hospitales adheridos al proyecto.


Jordi Varela
Editor

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