lunes, 8 de julio de 2019

El mismo reto en Sao Paulo, Dallas y Phoenix: ¿cómo reducir la variabilidad clínica injustificada?








Triple Aim, Right Care, Less is More, Nothing with Me without Me, Lean... son conceptos, principios y enfoques metodológicos cada vez más presentes en las instituciones sanitarias y sobre los que tratamos frecuentemente en los posts de Avances en Gestión Clínica. Todos tienen como objetivo aprovechar mejor los recursos y destinarlos a lo que realmente aporta valor para el paciente, avanzando con ello en sostenibilidad, calidad y seguridad. Si bien queda claro que este es el camino, el verdadero reto es cómo llevarlo a la práctica en cada una de nuestras instituciones. Y por ello es importante leer y viajar para aprender de otras instituciones. 


Advisory Board es una organización internacional cuyo objetivo es identificar las mejores prácticas que existen en el mundo para ayudar a los líderes de las instituciones a pasar a la acción y resolver sus retos. Cuenta con más de 4.000 organizaciones de diferentes países inscritas en alguno de sus programas que trabajan en estrategia, calidad y operaciones, personas, unidades clínicas y tecnologías de la información. Gracias a una sesión de trabajo organizada por Advisory Board en Madrid viajé, aunque fuese virtualmente con la ayuda del PowerPoint, a Montefiore, en Nueva York, a Gesundes Kinzigtal, en el sur de Alemania, a Manchester Strategic Health and Social Care y a Clalit Health Services, en Tel Aviv, para revisar modelos de accountable care organizations, y a Banner Health, en Phoenix, a Texas Health Resources, en Dallas, y al Hospital Albert Einstein de Sao Paulo como casos de éxito sobre la forma de abordar la reducción de la variabilidad injustificada. En este post quiero compartir mis aprendizajes sobre esta segunda temática. 

John Weenberg define la variación injustificada como aquella que no se puede explicar por no estar basada en la enfermedad, la evidencia o las preferencias del paciente. Reducirla permite, por lo tanto, hacer bien la cosas basándose en la evidencia y en lo que quiere el paciente y destinar los recursos a lo que aporta valor para el paciente.  Y para reducirla, los tres centros citados la afrontan de una manera muy similar:
  • Es una prioridad estratégica liderada por la dirección médica.
  • Se establecen equipos de consenso liderados por médicos con una representación multidisciplinar muy amplia.
  • Se prioriza el desarrollo progresivo de protocolos con criterios como el VCR (VCR = volumen, coste y riesgo), en el caso del Hospital Albert Einstein, en los que es prioritario trabajar en los procesos que implican mayor volumen de pacientes, mayor coste y mayor posibilidad de acontecimientos adversos.
  • Se crean equipos de ayuda a los profesionales asistenciales con perfiles como ingenieros de procesos, personal de informática clínica y administradores de programas y proyectos, que dan soporte metodológico al diseño e implantación, organizan el equipo de consenso, proporcionan documentación relevante, integran los protocolos diseñados en el flujo de trabajo, ofrecen ayudas en el sistema de información, diseñan el plan de implementación y monitorizan, identifican y corrigen barreras en la adopción.  
  • Existe una fuerte inversión en tiempo y recursos de tecnologías de la información, clave para el éxito de la aplicación y la evaluación de resultados.
Los expertos de Advisory Board destacan que en todos los centros se diseñan protocolos, pero que los elementos diferenciales de estas instituciones son aspectos como la integración real en los flujos de trabajo y la corrección de las barreras de adopción, gracias a los equipos de apoyo y a los sistemas de información. Así se observan resultados significativos y coincidentes en mejora de la calidad, aumento de la eficiencia y mejora del resultado económico. Conviene siempre destacar que la mejora de la calidad y la reducción del coste suelen, aunque a veces se piense lo contrario, ir de la mano. 

Me gustaría, para acabar, resaltar la inteligencia de las tres instituciones por priorizar estratégicamente la disminución de la variabilidad inadecuada, cuidar el método e invertir en sistemas de información e ingenieros, recursos en los que aún muchas instituciones no invierten apenas nada.

Y no nos olvidemos de viajar, aunque sea virtualmente, de leer y de copiar adaptándonos a cada realidad y a diferentes entornos.

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