viernes, 15 de mayo de 2015

La decisión clínica compartida y la empatía





La atención centrada en el paciente es un tema que se ha puesto de moda entre directivos y políticos -dice el Dr. Víctor Montori en el blog de Mayo Clinic, al que nos lleva su propio tweet-. La idea de dar relevancia a las opiniones de los pacientes es buena y oportuna, pero el reto de la cuestión lo encontramos en el trabajo clínico. Pongamos por caso la práctica de la decisión clínica compartida. Muchos pacientes no se sienten cómodos cuando el médico les dice que, con la información que se les facilita son ellos, o ellas, los que deben decidir si operarse o tomar una actitud expectante, o si deberían probar con una nueva línea de quimioterapia o pedir hora para ver el paliatologo. "Doctor usted es el que ha estudiado, y no yo", o bien "Si fuera su madre, ¿usted qué haría?". Por otra parte también hay muchos médicos que no ven bien las nuevas tendencias de implicar a los pacientes en las decisiones terapéuticas. Muchos creen, honradamente, que el paciente no tiene todos los datos, o que no tiene capacidad para comprenderlos.


El Dr. Montori dice que, modas aparte, la única manera de practicar la decisión clínica compartida es a través de la empatía. El médico debe ser capaz de crear el clima necesario para que el paciente exprese cuáles son sus miedos en relación al proceso clínico, cuáles son las repercusiones que piensa que le afectarán a él o a los suyos, y cuáles son las preguntas técnicas que necesita aclarar. Pero para ello es necesario que el médico sepa preguntar, y sobre todo escuchar.

Aprovecho la ocasión para adjuntar dos videos del Dr. Víctor Montori sobre el tema. De hecho se trata de una repetición, porque ya los incluí en un post anterior: "¿Cómo incorporar las preferencias de los pacientes en las GPC?". Si tienen ocasión no se los pierdan, y ya verán que vale la pena que haya insistido en ellos. En el primero el Dr. Montori explica las bases de la decisión clínica compartida, y en el segundo hace una simulación de cómo ayudar a una paciente diabética a tomar la decisión sobre qué antidiabético puede adecuarse mejor a su personalidad.


La decisión clínica compartida no es una receta, o la ilusión de un político, es un proceso humano que se construye a partir del diálogo y la confianza. Y si se da, ya verán como el paciente más reacio acabará eligiendo, convencido de que lo que ha decidido es lo que más le conviene, dadas sus circunstancias y su manera de ver las cosas.


Jordi Varela

Editor

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