viernes, 10 de junio de 2022

Potenciar el liderazgo clínico para mejorar la calidad asistencial

Mª Luisa de la Puente





Los nuevos retos para la mejora de la calidad en la planificación y compra de servicios apuntan a contemplar los servicios o las instituciones no tanto individualmente como con una mirada de sistema. Se pretende así facilitar la integración y coordinación de la atención en el territorio mediante un sistema de planificación y contratación más facilitador y menos ejecutivo. Buscando soluciones a los problemas planificadas localmente, en vez de pretender un seguimiento igualitario de los servicios ajustado a las normas o estándares nacionales. La tabla 1 resume esos retos futuros detectados por un grupo de expertos en un trabajo sobre contratación de King’s Fund 2020 (Thinking differently about commissioning. Learning from new approaches to local planning). 

 
Los directivos de los servicios sanitarios y los profesionales de la salud necesitan más apoyo, tanto desde fuera de la institución como desde dentro, para avanzar en estos retos. El cambio será mucho más lento si no se dispone de un liderazgo eficaz y de un modelo de conducta y compromiso de los responsables del sistema. También será más dificultoso el avance si el nivel operativo, el que mejor conoce los procesos de atención, no está involucrado. 

Para la mejora continua de la calidad y la eficiencia de nuestros servicios de atención sanitaria y social será cada vez más necesario acompañar más y mejor a las instituciones proveedoras de servicios de los diferentes territorios, trabajando con sus directivos y sus líderes asistenciales en el ámbito local. En la tabla 2 puede observarse la metodología de trabajo con los proveedores locales en el sistema sanitario en Inglaterra (NHS Oversight Framework 2019/20 annex 1: Provider oversight approach. 2019).


Los profesionales asistenciales, que tienen capacidad de seguir de cerca todo el proceso asistencial (detección de problemas, búsqueda de las mejores soluciones según la evidencia científica, ejecución de las medidas y mejora de los resultados), deben participar, acompañando a planificadores y gestores, tanto en los niveles estratégicos, como operativos. El papel del liderazgo asistencial es fundamental en la estrategia (actividades de planificación, contratación de servicios, desarrollo de nuevos perfiles profesionales, mejora de la calidad, adecuación de servicios...) y además facilita la innovación organizativa en el terreno local, ayudando a la resolución de problemas y apoyando al personal a hacer bien su trabajo en el marco de la complejidad de la prestación de servicios de primera línea.

Getting It Right First Time (GIRFT), del que ya se ha hablado en este blog es un programa nacional inglés diseñado para mejorar el tratamiento y la atención hospitalaria a los pacientes. Su metodología se lleva a cabo mediante la revisión en profundidad de los servicios, la evaluación comparativa y la utilización de datos para apoyar el cambio. Revisiones clínicas y combinación de análisis de datos con la aportación y conocimiento profesional, examinando cómo se hacen las cosas en ese momento y cómo podrían mejorarse. Apoya a los proveedores, a los sistemas de atención integrada territoriales (ICS) y a los profesionales para que ofrezcan una mejora continua de la calidad en beneficio de sus pacientes. Su trabajo está coordinado con NHS England, NHS Improvement y la Care Quality Commission. (Ver vídeo en el enlace).

Hay muchos líderes no visibles, informales, que no pertenecen ni a juntas ni a cargos directivos, pero que ejercen enorme influencia en sus colegas. Deberíamos saber encontrarlos y animarlos, estructurando unas reglas de juego claras, y contar con ellos y ellas.

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