lunes, 28 de mayo de 2018

Se estima que el derroche en investigación biomédica llega al 85%








Preocupados por la mala calidad de la investigación biomédica, el año 2014, The Lancet publicó una serie de 5 artículos para analizar el alcance del problema y proponer soluciones y, con esta finalidad, nació Reward Alliance, una plataforma que tiene por finalidad defender el valor de la investigación, de donde he extraído la escandalosa cifra del 85% y, de acuerdo con Paul Glasziou e Iain Chalmers, dos de los líderes del movimiento, el volumen del dinero derrochados por la investigación biomédica podría llegar a los 170 mil millones de dólares anuales, un importe superior al producto interior bruto de Hungría. Los dos autores, que ya vaticinaron esta cifra en 2009, defienden que este importe emana de una acumulación de hasta tres veces el 50%.

El primer (casi) 50%: la falta de rigor metodológico

Sería deseable que cuando se vaya a iniciar a una nueva investigación, antes si realizara una revisión exhaustiva de todo lo que se ha investigado anteriormente sobre aquella materia, además de ceñirse a una metodología homologable y a una elaboración impecable, pero parece que, en este aspecto nuclear, las cosas no acaban de funcionar. Un equipo de investigadores analizó 1.286 ensayos clínicos incluidos en 205 meta-análisis de las revisiones Cochrane y concluyó que el derroche de la investigación debido a lagunas metodológicas evitables era del 42%.

El segundo 50%: la no publicación

En Estados Unidos, otra revisión de 635 ensayos clínicos registrados oficialmente y financiados por INH, observó que sólo 294 (46%) habían sido publicados en una revista indexada en un periodo de 30 meses desde el final del proyecto, una cifra que se repite también en otros países. La no publicación de los ensayos clínicos (especialmente los no concluyentes) es un derroche enorme de tiempo, esfuerzo y dinero, además de una fuente de sesgos decantados hacia el optimismo de futuras revisiones.

El tercer 50%: la publicación de mala calidad

Los trabajos de investigación deberían ser publicados de manera suficientemente clara, completa y precisa, para conseguir que las personas interesadas los interpretaran adecuadamente. Lamentablemente, otro estudio concluye que más de la mitad de los informes de investigación describen los proyectos de manera esporádica, hasta el extremo que impiden replicarlos. Además, se ha averiguado que muchos de ellos tienen, como mínimo, un indicador final cambiado, o introducido posteriormente.

¿De dónde sale la cifra global del 85%?



Según las fuentes citadas anteriormente, un poco más de la mitad de los estudios pasarían el filtro de la calidad de método y ejecución, de estos, la mitad no se publicarían y de los que lo hicieran, sólo la mitad se presentarían en un informe transparente y comprensible, y así se llega al 12,5-15% de estudios de calidad y efectivos. Es decir, que su información, bien contrastada, llegaría de manera inequívoca a su destinatario, por lo que, el resto, entre el 85 y el 87,5%, serían estudios desaprovechados.

¿Qué propone Reward Alliance para rehacer la situación?

Reward Alliance dice que una parte de los fondos de investigación debería ir destinada a rescatar parte de los ensayos clínicos derrochados, exceptuando los que no tienen suficiente rigor metodológico en origen. Esto se haría introduciendo reparaciones en los aspectos de poca calidad editorial, además de promover la publicación de todos los estudios, tal como defiende "All Trials Initiative", mediante una base de datos universal e independiente, lo que facilitaría un acceso de calidad a los hallazgos de la investigación. Piénsese que, ahora mismo, las fuentes documentales y editoriales, dispersas, y muchas de ellas de pago, ofrecen un servicio muy pobre. Hay un análisis que considera que cada año que pasa desde la finalización de un proyecto, aumenta en un 7% la probabilidad de perder la referencia.

Con los datos en la mano, el 50% de la investigación no tiene suficiente rigor metodológico, y esto requiere un replanteamiento profundo tanto del modelo de financiación como de los controles de calidad. Ahora bien, de acuerdo con Reward Alliance, del otro 50%, el de la investigación seria, se podría recuperar casi todo sólo con mejores políticas editoriales y bases de datos de calidad y en abierto. No hacer nada implica que, entre una cosa y otra, sólo se aprovecha el 15% de lo que se investiga, el resto se desperdicia.



Jordi Varela
Editor


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