Muchas veces no somos conscientes de que podemos avanzar en modelos organizativos de valor que cumplen las condiciones del cuádruple objetivo (quadruple aim): mejorar la experiencia del paciente, mejorar la salud de la población, tener un coste razonable y mejorar la experiencia del profesional.
Un debate permanente en atención primaria es la accesibilidad, porque en los equipos se atiende a todas las personas que están programadas y a las que piden ser atendidas sin cita previa. Pero si la accesibilidad se mide como la posibilidad de encontrar una cita previa con el profesional de referencia, con excesiva frecuencia la espera para ser atendido en agenda programada puede alargarse a dos o tres semanas y, a veces, más. Varios equipos de atención primaria (EAP) han resuelto este problema a través del "Casual Friday", entre ellos los compañeros del EAP Vinyets de Sant Boi de Llobregat.
Cuando en el EAP Vinyets se plantearon el cambio organizativo tenían dos objetivos:
- Dotar a los profesionales de tiempo para organizar su práctica diaria y reflexionar sobre la misma.
- Pensar en formas de gestionar proactivamente el trabajo y generar un espacio semanal para la reflexión y el trabajo grupal sobre: calidad, procedimientos e innovación dentro de la organización.
¿En qué consiste un “Casual Friday” (día ocasional) en atención primaria? En realizar los viernes (o el día que estime el equipo) una organización diferente de la actividad asistencial. Básicamente consiste en cerrar todas las agendas de los profesionales asistenciales y un grupo reducido de profesionales atiende demandas asistenciales espontáneas y urgentes como un “equipo de servicios mínimos” que se responsabiliza de la atención del día en el centro y a domicilio, todo ello en turnos rotatorios en los que participa todo el equipo.
¿Y el resto del equipo, que no hace mínimos, a qué se dedica? Muy sencillo, revisa sus agendas de trabajo de los próximos días y resuelven todo lo que se puede hacer de forma anticipada, llamando por teléfono a pacientes para dar resultados, efectuar seguimientos que no son necesarios personalmente… Es decir, realiza trabajo proactivo no presencial. También utiliza el día ocasional para realizar visitas domiciliarias programadas, individualmente o en equipo (trabajadora social, enfermera y médico de familia), preparar alguna sesión, citar a algún paciente que necesita una visita de muy larga duración (treinta o más minutos), participar en algún trabajo de investigación, reunirse para avanzar en la atención de algún caso más complejo… Y todo lo que habitualmente no permite la organización tradicional.
Otras ventajas que ofrece este modelo organizativo, además de la gestión proactiva, son la posibilidad de mejorar los turnos de trabajo de mañana en aquellos que realizan turnos predominantemente de tarde, priorizar aspectos concretos y locales, mejorar la accesibilidad (los equipos que han implantado este modelo tienen demoras máximas para cita previa de 48 horas habitualmente), potenciar el trabajo en equipo y, en definitiva, aumentar la satisfacción de los profesionales que pueden dar una respuesta más eficiente, potenciando la autonomía de gestión
Cuando se pregunta a los ciudadanos que son atendidos mediante este modelo si recomendarían ser atendidos en este centro de atención primaria, cerca del cien por cien responden afirmativamente. Los profesionales se sienten menos agobiados y más satisfechos. Y los estándares de calidad asistencial se mantienen a niveles excelentes. Los gestores también están satisfechos porque la medida organizativa no conlleva incremento de costes.
Así, plantearse un “Casual Friday” como modelo organizativo en la atención primaria permite aumentar la satisfacción del profesional y concentrar esfuerzos en la mejora de la salud de la población sin aumentar costes y mejorando la experiencia del paciente, un auténtico quadruple aim.
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