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Recientemente tuve oportunidad de escuchar una ponencia en el Congreso de Humanización Internacional que se celebró en el Hospital La Fe de Valencia. Entre las distintas mesas y presentaciones, me quedé con una muy particular, que me impactó por su sencillez, su contundencia y su realismo.
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El decálogo dice así:
- Por favor llámame por mi nombre. No queremos ser un número.
- Explícame lo que me pasa con un lenguaje que pueda entender.
- Dadnos tiempo para digerir noticias difíciles.
- Practicad la escucha activa, tened paciencia.
- No nos engañéis, decidnos la verdad, pero cuidad, por favor, como decís la verdad. Las palabras y los silencios importan.
- Sed empáticos y, si es posible, simpáticos. Cuidad vuestro lenguaje no verbal. Toda enfermedad convierte al paciente en un experto en analizar e interpretar todo lo que hacen o dicen sus profesionales… aunque saquemos conclusiones erróneas.
- No queremos luchar contra la administración, la burocracia o los tribunales médicos.
- Formemos un equipo. NO me des por perdido si yo no lo he hecho.
- No nos gusta sentirnos enfermos. Humanizad los hospitales: la música, las actividades y los colores… Se puede ir más allá del blanco y del verde.
- Sabemos que no siempre nos vais a poder curar, no somos inmortales, pero siempre nos podréis CUIDAR.
A la vista de lo propuesto en este decálogo, no parece que sean muy distintas las peticiones de nuestros pacientes a las del mundo anglosajón, tampoco parece que tengamos que hacer grandes innovaciones, ni tampoco grandes cambios, para poder ponerlas en marcha.
África Lopez, la autora del decálogo, es una paciente experta en hospitales, no nos pide la Luna, pide lo que todos querremos el día que estemos ingresados.
Pide ser ella: ”África, de 45 años, madre de una niña, periodista y enferma“.
Excelente, su sencillez y contundencia generan una profunda reflexión sobre los problemas de comunicación del equipo de salud con los pacientes que no se resuelven sino se tienen en cuenta esas sencillas peticiones
ResponderEliminarEn mi experiencia, es fundamental este abordaje pues os pacientes no son patologías son personas con una biografía previa. En el entorno hospitalario, en el trato de personas con trastornos cognitivos es fundamental conocer los aspectos biográficos, laborales, lúdicos, familiares pues estableces una comunicación en una situación donde el paciente se siente cómodo (por ejemplo, hablando de las ovejas si ha sido pastor de ovejas) y esto ayuda a establecer una relación de confianza.
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