lunes, 20 de abril de 2020

La importancia de los aplausos





La epidemia de COVID-19 se ha convertido en el gran estresor de nuestros tiempos. Particularmente porque se trata de una nueva infección viral desconocida hasta el momento, que no tiene vacuna y que solo puede tratarse por ahora de manera sintomática. Ya existen estudios publicados en los que se demuestran los elevados niveles de ansiedad en los profesionales sanitarios y en la población general que han aparecido en epidemias infecciosas previas o en otros lugares del mundo afectados antes por esta pandemia, como China. Los profesionales que están en primera línea, para prevenir el contagio, usan además complejos e incómodos equipos de protección individual (trajes impermeables, mascarillas, gafas y guantes, entre otros), y su uso prolongado es cuando menos incómodo y puede ser también una causa de estrés adicional en el trabajo. Ante esta gran amenaza, la autoeficacia influye en la capacidad de respuesta y de afrontamiento del estrés. 


La autoeficacia es un juicio individual sobre la propia capacidad de completar un determinado comportamiento o tarea que ayuda a los profesionales de la salud a hacer frente a trabajos de alto riesgo y alta intensidad, así como a mantener un estado mental estable. A su vez, el apoyo social es un factor muy significativo que sirve para mejorar la autoeficacia. Se define como la atención y el apoyo que sentimos que obtenemos de otras personas. Se ha demostrado ampliamente que un apoyo social adecuado tiene un efecto positivo en la salud psicológica y la función del sueño.  El apoyo social puede ayudar al personal sanitario a reducir los niveles de ansiedad ya que cuando otras personas nos brindan apoyo social y emocional se genera empatía, y esta interacción social saludable reduce las emociones negativas como la ansiedad y mejora el estado de ánimo.

Cuando tenemos una amplia red social, su apoyo puede ayudar a disminuir el estrés puesto que reduce la percepción de cualquier amenaza y minimiza las respuestas fisiológicas y conductuales a las que lleva el estrés. El apoyo social contribuye también a mejorar la autoeficacia porque ayuda a una mayor comprensión del otro, además de potenciar el respeto, aliento y coraje que conducen a una sensación de logro profesional. La autoeficacia generada aumenta la confianza en hacer bien el trabajo y, cuando se potencia con el apoyo social, los profesionales de la salud sufren menos soledad y pueden ser más optimistas, lo que mejora los mecanismos de afrontamiento cuando están bajo estrés.

El eco de los aplausos, definido a escala internacional como “el sonido de la gratitud”, como gesto social no solo es una emotiva muestra de aprobación, sino que genera una corriente de agradecimiento mutuo por el soporte y apoyo recibidos, siendo cada vez más los profesionales sanitarios y de otros servicios esenciales, como las fuerzas de seguridad del Estado, que lo devuelven de forma muy efusiva. Siempre habrá personas que minimicen este gesto, lo desprecien o lo aprovechen para la queja, pero sin lugar a duda ejerce un beneficio para la mayor parte de los profesionales que están al frente de esta lucha. De esta manera, si aplaudiendo mejoramos el apoyo social y la empatía, y logramos que muchos profesionales se sientan comprendidos y más satisfechos, seguirá siendo útil salir a los balcones.



Andrés Fontalba
Psiquiatra. Coordinador Unidad Salud Mental. SAS

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