Shared decision making is changing clinical culture, by @AnnaGorman http://t.co/sOLt7K2SVI @KPShare @TEDMED
— Emily Nicholas (@Emily_Nicholas8) marzo 21, 2015
El tweet de la canadiense Emily Nicholas nos lleva hasta un artículo publicado por Anna Gorman en Kaiser Health News que trata de cómo se puede organizar la decisión clínica compartida en el consultorio médico, en concreto en una unidad de cáncer de mama; y de todo lo que se cuenta, lo que más me ha gustado ha sido la oferta de estudiantes en prácticas para ayudar a que las pacientes entiendan mejor todos los aspectos del complejo proceso clínico en el que están inmersas. En la ilustración se pueden ver un cartel colgado en la puerta del dispensario que dice que el estudiante Etienne Gallant está disponible para grabar la entrevista y para tomar notas.
Cuando los pacientes reciben un diagnóstico de cáncer, la situación emocional que la noticia les provoca, a menudo les impide concentrarse lo suficiente como para hacer las preguntas que en realidad quieren hacer, pero también para comprender los matices de las opciones terapéuticas que se les acostumbran a proponer. En este sentido, los estudiantes en prácticas pueden ayudar mucho porque sus notas y sus registros servirán para que después los pacientes, en casa, pueden repasarlo tantas veces como les convenga y así tener más claras las ideas para la próxima consulta.
Implicar a los estudiantes en prácticas en el complejo proceso de la decisión clínica compartida es un proyecto genial, porque además de ofrecer un servicio impagable (tomar notas cuando el afectado no está en condiciones de hacerlo), sirve para que los estudiantes se empiecen a formar en la atención centrada en el paciente.
Para los que no lo hayan hecho todavía, ahora sería un buen momento para dedicar 7 minutos a ver el video "Los valores de la práctica clínica" de la Sección de Gestión Clínica de la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria.
Jordi Varela
Editor
Cuando los pacientes reciben un diagnóstico de cáncer, la situación emocional que la noticia les provoca, a menudo les impide concentrarse lo suficiente como para hacer las preguntas que en realidad quieren hacer, pero también para comprender los matices de las opciones terapéuticas que se les acostumbran a proponer. En este sentido, los estudiantes en prácticas pueden ayudar mucho porque sus notas y sus registros servirán para que después los pacientes, en casa, pueden repasarlo tantas veces como les convenga y así tener más claras las ideas para la próxima consulta.
Implicar a los estudiantes en prácticas en el complejo proceso de la decisión clínica compartida es un proyecto genial, porque además de ofrecer un servicio impagable (tomar notas cuando el afectado no está en condiciones de hacerlo), sirve para que los estudiantes se empiecen a formar en la atención centrada en el paciente.
Para los que no lo hayan hecho todavía, ahora sería un buen momento para dedicar 7 minutos a ver el video "Los valores de la práctica clínica" de la Sección de Gestión Clínica de la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria.
Jordi Varela
Editor
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