Avances en Gestión Clínica inaugura hoy una nueva sección que verá la luz cada miércoles. Esta nueva ventana nos permitirá difundir visiones complementarias a la línea editorial, nos sorprenderá con contribuciones eclécticas y abrirá el abanico de opinión en la exploración de los avances que nos ocupan y preocupan. Cada voz vendrá envuelta en forma de columna y mantendrá su propia identidad que caracterizará su enfoque y contenido.
Para abrir la serie, quisiera centrar la atención en la dificultad de avanzar en sanidad, el reto que entraña lograr buenos resultados y la promesa de algunas soluciones. Incluso en tiempos de bonanza se oía el discurso de la escasez de recursos en sanidad, la necesidad de priorizar en función del valor (coste-efectividad) y las ganancias potenciales de una mejor organización. Y es que los problemas de la sanidad son de difícil solución ya que pertenecen a la categoría de problemas retorcidos (wicked problems) descritos por Rittel y Webber en el marco de la planificación de políticas sociales. El cambio climático, la obesidad infantil o los accidentes de tráfico serían otros ejemplos de problemas retorcidos.
Los problemas retorcidos se caracterizan por:
Los problemas retorcidos se caracterizan por:
- No tener una formulación definitiva
- No estar acotados en el tiempo
- Sus soluciones no son verdaderas o falsas, sino buenas o malas
- No existe prueba inmediata y definitiva para sus soluciones
- Cada solución es una “operación única”; ya que no se puede aprender por ensayo y error, cada intento cuenta de manera significativa
- No tienen un conjunto innumerable de soluciones potenciales
- Cada problema es esencialmente único
- Cada problema puede ser considerado como síntoma de otro problema
- La existencia de discrepancias puede explicarse de varias formas. La elección de la explicación determina la naturaleza de la resolución del problema
- El planificador no tiene derecho a equivocarse
Un problema cuya solución requiera que un gran número de personas cambie su mentalidad y comportamiento es probable que sea un problema retorcido. ¿Cuántas situaciones no encajan en esta categoría?
En plena era digital, a cada problema retorcido que se pueda imaginar le ha salido una solución prometedora de base tecnológica, a modo de “deus ex machina”. Cómo si la simple introducción de tecnología solventase los problemas de fragmentación o la complejidad social. La revisión crítica de soluciones a problemas retorcidos y sus marcos de evaluación serán objeto de esta columna en sus futuras entregas.
Videoepílogo:
El vídeo no se puede ver, si lo vuelves a subir te lo agradecería Martí. Un saludo desde nuestra empresa de software de gestion empresarial
ResponderEliminarGracias Andrea. Actualizado
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