La intersección de disciplinas es un terreno fértil para la innovación. Y no me refiero a las disciplinas clásicas, aquellas que cuentan con facultades o departamentos, sino aquellas que cómo mucho tienen espacio para una asignatura. Son movimientos de pensamiento reciente que gozan de la frescura de lo nuevo y cuya mezcla abren grandes posibilidades.
Me detendré de una forma práctica en la conjunción del pensamiento de diseño (design thinking) y su vertiente visual (visual thinking) con la atención centrada en el paciente y su derivada sobre la experiencia (patient experience). De la primera, tuvimos una dosis inicial en la columna de David Font sobre nuevos enfoques para implementar mejoras. De la segunda, oiremos hablar en los próximos meses y posts, pues llega con fuerzas renovadas.
Hace 5
años, la revista Wired publicó “The Blood test gets a
makeover” donde se mostraba visualmente el paso por quirófano de tres clásicos informes de laboratorio: la analítica básica, la de riesgo cardiovascular y el controvertido PSA. Centrémosnos en el de la analítica básica. Así es la forma que tenía antes del proceso de transformación, no muy diferente del que utilizamos habitualmente: