"Café con el experto" es un ciclo de seis sesiones en formato online que tendrán lugar durante el mes de junio y julio, en las cuales analizaremos la reciente crisis sanitaria desde la perspectiva de las lecciones aprendidas. Creemos que nos resultará muy útil para fomentar el trabajo en equipo multidisciplinar en el abordaje de los pacientes crónicos complejos, frágiles y vulnerables, pero también para potenciar la atención centrada en el paciente y para ser más flexibles con las ideas innovadoras y con el avance de la telemedicina y la inteligencia artificial.
martes, 30 de junio de 2020
lunes, 29 de junio de 2020
¿Se podrían evitar las cascadas de pruebas después de un hallazgo incidental?
Los hallazgos incidentales fruto de una prueba diagnóstica o de un cribaje están siendo un quebradero de cabeza para la medicina moderna, un problema que no hace más que crecer de la mano del refinamiento de la tecnología de la imagen y de la genómica. En algunos casos, las pesquisas que siguen a los hallazgos incidentales atestiguan la existencia de patologías silentes, o en fase inicial, y una intervención clínica a tiempo es realmente efectiva, a pesar de que en la mayor parte de las situaciones, las cascadas de pruebas que se derivan acaban siendo improductivas, además de potencialmente peligrosa, para las personas que las padecen. Se trata de un fenómeno que genera angustia en los hipotéticos enfermos y burnout en los profesionales, los cuales no saben cómo pararlo, dado que una vez aparece alguna probabilidad de que lo encontrado sea peligroso, la presión para llegar hasta el final es incontenible. Desafortunadamente, la evidencia muestra que no hay indicios de que el cumplimiento de las guías de práctica clínica sea capaz de detener esas cascadas una vez iniciadas y, por otra parte, tampoco se ha conseguido demostrar que el establecimiento de penalizaciones económicas o de co-pagos puedan frenar el fenómeno.
viernes, 26 de junio de 2020
Una mirada al futuro de los médicos jóvenes en nuestro sistema sanitario
Nota de los editores: Este post fue publicado el 28 de febrero, pero debido al avance de la epidemia que se vivía en aquel momento, creemos que no mereció la atención habitual de nuestros lectores, por lo que hemos decidido darle una segunda oportunidad.
En junio de 1994 se estrenó El Rey León en Estados Unidos. Aprovechando que hace poco se entregaron los Oscar y, por otro lado, tuvo lugar el examen MIR, me vino a la cabeza el hilo conductor de la película El Rey León y su historia sobre el ciclo de la vida. Cada MIR vive a su manera un ciclo de la vida desde que empieza a opositar a una plaza, siendo un embrión de especialista, hasta que la consigue como cachorro y, finalmente, cuando da sus frutos, se convierte en león adulto con responsabilidades de especialista y se inserta en el mundo laboral-profesional.
martes, 23 de junio de 2020
Jueves 25 a las 5 café telemático con Gloria Gálvez
"Café con el experto" es un ciclo de seis sesiones en formato online que tendrán lugar durante el mes de junio y julio, en las cuales analizaremos la reciente crisis sanitaria desde la perspectiva de las lecciones aprendidas. Creemos que nos resultará muy útil para fomentar el trabajo en equipo multidisciplinar en el abordaje de los pacientes crónicos complejos, frágiles y vulnerables, pero también para potenciar la atención centrada en el paciente y para ser más flexibles con las ideas innovadoras y con el avance de la telemedicina y la inteligencia artificial.
lunes, 22 de junio de 2020
¿Deben costar los medicamentos “lo que valen”? ¿Cuál es su precio justo?
Nota de los editores: Este post fue publicado el 24 de febrero, pero debido al avance de la epidemia que se vivía en aquel momento, creemos que no mereció la atención habitual de nuestros lectores, por lo que hemos decidido darle una segunda oportunidad.
Existe una importante tensión entre la promesa de innovación médica y el acceso a unos precios asequibles a dicha innovación. La introducción de nuevos medicamentos en el mercado a precios cada vez mayores es percibida como el principal inductor del aumento descontrolado del gasto sanitario en la mayoría de los países desarrollados, poniendo en riesgo la viabilidad de una correcta atención sanitaria y creando barreras de acceso. Esta tendencia, que se había moderado en los últimos años por el agotamiento del desarrollo de nuevos productos mediante síntesis química, se ha vuelto a activar con los nuevos productos biotecnológicos. En muchos países, no solo en los menos desarrollados, el coste del tratamiento para enfermedades como el cáncer puede ser inabordable, bien porque recae por completo en el paciente o bien porque el sistema público que lo financia no puede permitírselo. De forma similar, cuando recientemente estuvo disponible una posible cura para la hepatitis C, incluso los países de altos ingresos se encontraron racionando el tratamiento y buscando formas de garantizar su acceso.
viernes, 19 de junio de 2020
El hogar como centro de operaciones sanitarias y sociales
Nota de los editores: Este post fue publicado el 2 de marzo, pero debido al avance de la epidemia que se vivía en aquel momento, creemos que no mereció la atención habitual de nuestros lectores, por lo que hemos decidido darle una segunda oportunidad.
@varelalaf |
martes, 16 de junio de 2020
Jueves 18 a las 5 café telemático con Cristina Adroher
"Café con el experto" es un ciclo de seis sesiones en formato online que tendrán lugar durante el mes de junio y julio, en las cuales analizaremos la reciente crisis sanitaria desde la perspectiva de las lecciones aprendidas. Creemos que nos resultará muy útil para fomentar el trabajo en equipo multidisciplinar en el abordaje de los pacientes crónicos complejos, frágiles y vulnerables, pero también para potenciar la atención centrada en el paciente y para ser más flexibles con las ideas innovadoras y con el avance de la telemedicina y la inteligencia artificial.
Por todo ello, "Café con el experto" ha convocado a un grupo de profesionales que últimamente han publicado propuestas de análisis y avances desde sus diferentes ámbitos de conocimiento, para compartir con ellos sus experiencias y puntos de vista. Les animamos, pues, a inscribirse y a participar en las sesiones programadas.
lunes, 15 de junio de 2020
Incertidumbre y urgencia, malos compañeros de viaje en tiempos de pandemia
Transcurridos apenas dos meses desde los peores momentos de la pandemia, parecen ya lejanos los escenarios de desesperación en los que actualizábamos al minuto los protocolos de tratamiento basándonos en la última serie de pacientes, anécdota o informe preliminar publicado sin revisión por pares, o simplemente en las últimas opiniones compartidas en las redes sociales. Quedaban atrás los tiempos en que los resultados de una serie eran solo un punto de partida para diseñar un estudio que condujera a respuestas definitivas a nuestras preguntas. Y es que, en tiempos de pandemia, una serie de pacientes convertía un tratamiento en el nuevo gold standard.
Recuerdo que en esos momentos de sobrecarga de información y excesiva precipitación, ajena ciertamente a la responsabilidad y la presión emocional de la atención directa a los pacientes, yo recordaba con nostalgia los principios del tratamiento prudente (1) y me preguntaba dónde habían ido a parar la medicina basada en la evidencia y el principio “primum non nocere”. Los clínicos, a los que respeto enormemente, sufrían en extremo ante la impotencia de no poder ofrecer ninguna cura específica a sus pacientes, a quienes prescribían todo tipo de fármacos fuera de la indicación aprobada y del contexto de un ensayo clínico con la esperanza de que alguno de ellos acabara por resultar efectivo. Se trataba de una prescripción basada en la urgencia y en la necesidad de creer que iba a funcionar aun a sabiendas de que el riesgo de toxicidad era evidente.
En los peores momentos de la pandemia, la medicina basada en la evidencia fue sustituida por una medicina basada en la urgencia, la impotencia y las “creencias”
Estas decisiones más basadas en la emoción que en la ciencia no deberían sorprendernos en exceso. Somos humanos y es la emoción, más que la razón, la que guía la mayoría de nuestras decisiones, contaminadas por numerosos sesgos cognitivos especialmente en un contexto de incertidumbre y ansiedad como el que vivimos en las últimas semanas de marzo y primeras de abril. Los médicos, como tales, se sentían obligados a “hacer algo” y no podían esperar a que se disiparan las incertidumbres ya que entonces sería demasiado tarde. Un buen razonamiento relacionado con la fisiopatología y un mecanismo de acción compatible bastaban para probar y extraer conclusiones a partir de unas decenas de pacientes. Recordarán que durante semanas se habló profusamente de la extraordinaria eficacia de la hidroxicloroquina frente a la COVID-19 a partir de los resultados obtenidos en tan solo seis pacientes por un estudio francés ampliamente difundido(2), aunque conocemos que, con frecuencia, las hipótesis de eficacia basadas en argumentos de ciencia básica y los prometedores resultados observados en pequeñas series son descartados cuando son testados en ensayos debidamente aleatorizados y enmascarados. A pesar de saberlo, la prescripción de hidroxicloroquina y cloroquina se disparó. Tanto fue así que se agotaron las existencias comprometiendo la continuidad de tratamientos crónicos de pacientes que las necesitaban para sus indicaciones bien establecidas.
Pasados tres meses de pandemia, 300.000 muertes y cinco millones de contagios en el mundo, seguimos recibiendo diariamente informaciones contradictorias sobre la eficacia de los tratamientos para la COVID-19. Somos testigos de apasionados debates en las redes sociales, en una competición absurda más propia de hooligans que de clínicos, entre los que quieren creer que los tratamientos funcionan y aquellos que parece que no lo creen o no quieren creerlo. Ambos se acusan mutuamente de practicar “mala ciencia”. Recuerden la polémica en torno a los estudios publicados sobre la hidroxicloroquina que algunos han denominado “The Lancetgate”. La urgencia y la falta de neutralidad por parte de los investigadores dispersan los esfuerzos y ponen en peligro la generación de nuevas evidencias suficientemente consistentes. Este clima de confrontación intelectual, unido a una amplificación excesiva de cualquier noticia por parte de políticos mediocres y medios de comunicación ávidos de audiencia, genera una presión que no favorece la investigación serena, rigurosa y colaborativa necesaria para encontrar las respuestas a las preguntas que verdaderamente importan, favoreciendo así el uso de terapias no probadas. Lo cierto es que a día de hoy no se dispone todavía de un tratamiento claramente eficaz que reduzca la mortalidad y la morbilidad por COVID-19. La buena noticia es que el número de casos se ha reducido drásticamente y que los pacientes menos graves se curan sin necesidad de tratamiento específico(3).
La falta de neutralidad de investigadores y líderes de opinión y la urgencia por encontrar un remedio dificultan la generación de conocimiento de calidad
En cuanto a los pacientes críticos, la evidencia y la experiencia acumulada durante años sugieren que con frecuencia "menos es más” y que una interferencia excesiva con los mecanismos fisiológicos del organismo puede conducir a peores resultados que una actitud prudente menos invasiva. Como dice siempre un buen amigo mío, intensivista con una larga experiencia y gran sentido común, lo más sensato es ir un paso por detrás del paciente y proporcionarle el tratamiento de soporte necesario mientras su organismo hace el resto. Ir un paso por delante y no prestar atención a las señales que el organismo nos envía es una falta de humildad que con frecuencia se paga muy cara. Leí hace unas semanas que las tasas de supervivencia recientes entre los pacientes con insuficiencia respiratoria debida a COVID-19 en Estados Unidos son mejores que las iniciales, y los autores lo atribuyen a que se está prestando mayor atención a los aspectos básicos del tratamiento de soporte que dichos pacientes necesitan(4).
Les recomiendo encarecidamente que revisiten la entrada “Por una medicina más conservadora”, de Jordi Varela, en este blog y en referencia al artículo “The Case for Being a Medical Conservative”(5). Son solo reflexiones plagadas de sabiduría publicadas antes de la pandemia, pero que me parecen imprescindibles en estos momentos. El médico “conservador” se basa en la evaluación crítica de la evidencia y, a diferencia de los expertos en un campo determinado, que a menudo son excesivamente entusiastas y poco objetivos con aquello en lo que son expertos, adopta las nuevas terapias solo cuando el beneficio es claro y la evidencia fuerte y no sesgada. Al igual que mi amigo intensivista, los autores del artículo afirman que los avances en terapéutica son lentos y duros, en gran parte por las extraordinarias capacidades curativas naturales inherentes al cuerpo humano, y reconocen y aceptan los limitados efectos que la práctica clínica ejerce en los resultados.
El especialista experto suele ser entusiasta con cualquier avance en su área de conocimiento; el médico “conservador” es entusiasta únicamente con aquello que demuestra una mejora significativa para la salud de las personas
Tiene razón Vinay Prasad cuando dice que el coronavirus ha “infectado” la práctica clínica durante la pandemia. La medicina y la ciencia necesitan –ahora más que nunca– un enfoque sereno, sensato, más racional y menos emocional que nos ayude a decidir la mejor opción para los pacientes y a generar el conocimiento necesario a partir de una investigación honesta, colaborativa, útil y de calidad que nos conduzca de nuevo a la senda de la medicina basada en la evidencia y el pensamiento crítico.
Bibliografía
1. Schiff GD, Galanter WL, Duhig J, Lodolce AE, Koronkowski MJ, Lambert BL. Principles of conservative prescribing. Arch Intern Med. 2011;171(16):1433‐1440. doi:10.1001/archinternmed.2011.256
2. Gautret P, Lagier JC, Parola P, et al. Hydroxychloroquine and azithromycin as a treatment of COVID-19: results of an open-label non-randomized clinical trial [published online ahead of print, 2020 Mar 20]. Int J Antimicrob Agents. 2020;105949. doi:10.1016/j.ijantimicag.2020.105949.
3. Zagury-Orly I, Schwartzstein RM. Covid-19 - A Reminder to Reason [published online ahead of print, 2020 Apr 28]. N Engl J Med. 2020;10.1056/NEJMp2009405. doi:10.1056/NEJMp2009405
4. Rice TW, Janz DR. In Defense of Evidence-Based Medicine for the Treatment of COVID-19 ARDS [published online ahead of print, 2020 Apr 22]. Ann Am Thorac Soc. 2020;10.1513/AnnalsATS.202004-325IP. doi:10.1513/AnnalsATS.202004-325IP
5. Mandrola J, Cifu A, Prasad V, Foy A. The Case for Being a Medical Conservative. Am J Med. 2019;132(8):900‐901. doi:10.1016/j.amjmed.2019.02.005
viernes, 12 de junio de 2020
La tecnología nos ayuda a ser más humanos
“Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”, reconocía Vargas Llosa en su discurso de recepción del Premio Nobel. Comparto con él gran parte de la percepción, aunque he tenido algunas experiencias más importantes. Esta tarea es algo consustancial al médico, una de las armas que ayuda a la indispensable vertiente humanista de la medicina.
miércoles, 10 de junio de 2020
Nueva edición del curso online el 16 de junio
Tanto en los hospitales como en la atención primaria, muchos profesionales están preocupados, y en parte ilusionados, para ver si serán capaces de consolidar las lecciones aprendidas de la crisis del covid-19 (de hecho este blog está siendo un portavoz de ello).
La integración de servicios, la atención centrada en el paciente, el trabajo en equipo multidisciplinar y la telemedicina son avances que han venido para quedarse y ahora es necesario, más que nunca, formar líderes clínicos capacitados para hacer realidad los cambios estructurales latentes que tanto habíamos deseado.
El próximo 16 de junio comienza una nueva edición del curso online (12,6 créditos). Un proyecto formativo totalmente virtual que inició su andadura en 2016 y que ya lo han realizado (o lo están haciendo) 809 alumnos, con un 92% de finalización y una valoración global de 3,7 sobre 4.
martes, 9 de junio de 2020
Jueves 11 a las 5 café telemático con Ramon Cunillera
"Café con el experto" es un ciclo de seis sesiones en formato online que tendrán lugar durante el mes de junio y julio, en las cuales analizaremos la reciente crisis sanitaria desde la perspectiva de las lecciones aprendidas. Creemos que nos resultará muy útil para fomentar el trabajo en equipo multidisciplinar en el abordaje de los pacientes crónicos complejos, frágiles y vulnerables, pero también para potenciar la atención centrada en el paciente y para ser más flexibles con las ideas innovadoras y con el avance de la telemedicina y la inteligencia artificial.
Por todo ello, "Café con el experto" ha convocado a un grupo de profesionales que últimamente han publicado propuestas de análisis y avances desde sus diferentes ámbitos de conocimiento, para compartir con ellos sus experiencias y puntos de vista. Les animamos, pues, a inscribirse y a participar en las sesiones programadas.
lunes, 8 de junio de 2020
Cuatro premisas para llegar a la organización autónoma de tu equipo
Falta de agilidad, rigidez, lentitud, exceso de indicadores, órdenes contradictorias, inoperancia... son algunas de las patologías históricas y estructurales del sistema sanitario, tal como señalaba Salvador Casado en el post “Apuntes de gestión para centros de salud”.
La tensión del sistema provocada por la crisis del coronavirus ha despertado liderazgos latentes capaces de aportar soluciones organizativas, imaginativas, heterogéneas, rápidas y sencillas, por lo que proyectos como el de Organización Autónoma (OA), iniciado hace unos meses por la Gerencia Territorial de la ciudad de Barcelona del Instituto Catalán de la Salud, adquieren una enorme relevancia.
viernes, 5 de junio de 2020
El hundimiento de las narrativas
Foto: @famani38
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La crisis sistémica que padecemos configura el escenario del colapso actual de la civilización, que se caracteriza por una globalización del malestar y el miedo que merma pensamiento, reflexión y comprensión. No encontramos nada donde agarrarnos, ni líderes, ni ideas, ni narrativas, lo que está permitiendo que el poder se posicione detrás de tecnologías que ofrecen sucedáneos.
Esta situación de complejidad afecta a todos los ámbitos sociales, desde la política hasta la educación, desde la organización laboral hasta la sanidad. Me centraré en esta última que es la que mejor conozco.
martes, 2 de junio de 2020
Café con el experto
"Café con el experto" es un ciclo de seis sesiones en formato online que tendrán lugar durante el mes de junio y julio, en las cuales analizaremos la reciente crisis sanitaria desde la perspectiva de las lecciones aprendidas. Creemos que nos resultará muy útil para fomentar el trabajo en equipo multidisciplinar en el abordaje de los pacientes crónicos complejos, frágiles y vulnerables, pero también para potenciar la atención centrada en el paciente y para ser más flexibles con las ideas innovadoras y con el avance de la telemedicina y la inteligencia artificial.
Por todo ello, "Café con el experto" ha convocado a un grupo de profesionales que últimamente han publicado propuestas de análisis y avances desde sus diferentes ámbitos de conocimiento, para compartir con ellos sus experiencias y puntos de vista. Les animamos, pues, a inscribirse y a participar en las sesiones programadas.
Enlace a la web Cronicidadhoy
Jordi Varela
Editor
lunes, 1 de junio de 2020
Las consultas externas, el gran desbarajuste
Los servicios de día de los hospitales no paran de crecer en detrimento de las hospitalizaciones tradicionales, hasta el extremo de que el NHS ha estimado que, en Inglaterra, los movimientos de pacientes hacia los hospitales generan un 5% del tráfico rodado en todo el país. Muchos de estos servicios, como la cirugía sin ingreso, la quimioterapia, los anticoagulantes o las endoscopias, han sido muy bien perfilados desde su origen, las consultas externas en general, en cambio, son dispositivos polivalentes donde cada especialidad ha ido acumulando servicios ambulatorios de características muy diferentes hasta convertirse en espacios desbordados de difícil gestión, precisamente por no haber definido qué se espera de cada una de sus actividades. Por poner un ejemplo, un reumatólogo me comentaba que era desafortunado que se les evaluara por la relación existente entre primeras visitas y sucesivas, cuando se sabe que sus pacientes complejos lo son para siempre, y él mismo sugería que lo que convendría sería poder valorar su servicio en función de qué calidad de vida consiguen sus enfermos, en relación a los costes de los tratamientos prescritos.
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