Permítanme el inicio un poco irónico, pero cuando hablamos de dotaciones enfermeras y resultados de salud en pacientes no puedo evitar tener esta mirada. La evidencia generada en los últimos 30 años tendría que ser más que suficiente para que se sistematizara la evaluación del impacto de las intervenciones enfermeras, se regulase cómo deben ser las dotaciones de los hospitales y se invirtiera en la oferta pública de formación enfermera. Linda H. Aiken, directora fundadora del Center for Health Outcomes and Policy Research de la Universidad de Pennsylvania, fue pionera en este campo y es una de las autoras que más ha contribuido a generar una parte importante de esta evidencia.
Hace unos meses, Mireia Subirana, Directora de Cuidados del "Consorci Hospitalari de Vic", nos explicaba en un post los resultados de su tesis doctoral que se podrían resumir en: "más dotación enfermera y más formación (en las plantas de hospitalización) estaba relacionado con mejores resultados clínicos", y en esta línea, The Lancet acaba de publicar los resultados de un estudio observacional retrospectivo que ha explorado si los niveles formativos de las enfermeras y los ratios de cargas de trabajo podían influir en la mortalidad de pacientes ingresados para intervenciones quirúrgicas programadas de complejidad media.
Se trata de un trabajo importante realizado en 300 hospitales de 9 países europeos que ha contado con una encuesta hecha a 26.516 enfermeras y un análisis de 422.730 episodios quirúrgicos de ingreso hospitalario. A pesar de las dificultades metodológicas naturales de un proyecto de estas características, se puede considerar que se trata de un estudio riguroso.
Para elaborar este post he invitado a Mireia Subirana, enfermera y Directora de Cuidados del Consorci Hospitalari de Vic, a presentar los contenidos de su tesis doctoral. No es un hecho habitual que una enfermera obtenga el grado de doctora, y menos aún que una enfermera de nuestro país lea su tesis en la Universidad de Leeds en Inglaterra. Ahora, por tanto, tiene el grado de PhD y es Fellow de la European Academy of Nursing Science.
Pero Mireia Subirana no ha sido invitada sólo para alabar su trayectoria profesional y académica, sino porque creo que vale la pena que nos explique el punto dónde se encuentra su investigación, después de haber planteado una hipótesis que afirma que si las enfermeras de las plantas de hospitalización están bien formadas y las plantillas están bien dimensionadas, este hecho puede tener repercusión en los resultados clínicos de los pacientes ingresados.
En los últimos diez años se ha consolidado la investigación que
establece la relación entre las características de la dotación enfermera y los resultados clínicos de los pacientes ingresados, objetivando así la
contribución de las enfermeras en el proceso asistencial. Queda pendiente averiguar cómo se establece esta relación y cuáles son los mecanismos que la
articulan. Este trabajo, con una metodología de enfoque realista, identifica
factores clave en el proceso de cuidados (la monitorización, el juicio clínico,
el nivel formativo, la experiencia y las tareas que no se han podido realizar) que junto
con las características que definen a los hospitales magnéticos se
articulan como posibles mecanismos
que podrían explicar el impacto de la dotación enfermera en los resultados de
los pacientes.
¿Qué es un hospital magnético?
El término hospital magnético se utiliza a partir de la década de los años 80 para designar aquellos hospitales que en un contexto de falta de enfermeras son capaces de retener a estos profesionales. Tanto el estudio original, como los desarrollados posteriormente (McClure), identificaron características especificas que actúan como un imán para las enfermeras, al mismo tiempo que se pone de manifiesto que en estos hospitales, además, se obtienen mejores resultados clínicos.
Y en este punto me gustaría destacar los elementos que mejor definen el magnetismo (se pueden ver en el gráfico anterior en los rectángulos con vértices redondeados):
Autonomía de la enfermera y "Accountability"
Presencia de supervisoras de apoyo
Control sobre la práctica enfermera y sobre el entorno en el que ésta se practica
Apoyo a la formación continuada
Trabajo orientado a la preocupación global por el paciente
Buena relación y buena comunicación entre enfermeras y médicos
Clima de trabajo dónde destaca la competencia clínica
Tomen nota de que la remuneración económica no parece ser un factor magnético.
El centro de credenciales de las enfermeras americanas (ANCC) dispone de un programa que reconoce las organizaciones de salud por la calidad y la excelencia en los cuidados y la innovación en la práctica profesional de las enfermeras.
Bibliografía
“Essentials of Magnetism,” in Magnet Hospitals Revisited: Attraction and Retention of Professional Nurses, M. McClure and A. Hinshaw (eds). Kansas City, Mo., American Nurses Publishing, 2002.
El próximo lunes, como continuación de la serie "Práctica Clínica Virtual", quiero presentarles los premios Bsalut de innovación sanitaria 2012 otorgados a dos experiencias de uso de tecnologías de la información y la comunicación aplicadas a la consulta en atención primaria.