Un estudio publicado por Harvard Business School ha analizado el impacto de los gerentes en los resultados de los grandes hospitales públicos del NHS inglés. Los investigadores han empleado metodología econométrica para parametrizar los movimientos de los gerentes en su paso por diferentes hospitales, al tiempo que otros métodos no paramétricos. Los resultados de gestión que se han seleccionado para la evaluación son una mezcla de indicadores de tipo financiero, con especial atención al déficit; de eficiencia, como las listas de espera y la estancia media; de calidad, como las tasas de infecciones por MARSA; y de efectividad clínica, como la mortalidad a 30 días de las personas con infarto de miocardio.
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lunes, 5 de noviembre de 2018
lunes, 10 de febrero de 2014
Nuevo decálogo: 10 estrategias para mejorar resultados y ahorrar con criterio clínico
Hace algo más de 9 meses, en concreto el 29 de abril de 2013, publiqué un decálogo de cómo ahorrar con criterio clínico, que ha recibido 7.395 visitas en slideshare. Dado el interés observado por el tema, he creído conveniente elaborar ahora una actualización de ese trabajo, ya que, durante este período, las fuentes documentales de lo que podríamos llamar fenómeno "Right Care", han tenido una gran evolución, que no hace más que reflejar el interés que desde muchos puntos de vista genera la necesidad de orientar las prácticas clínicas hacia el valor que realmente aportan a la salud de las personas.
viernes, 27 de septiembre de 2013
Atención sanitaria de alto valor: prometedora iniciativa editorial
Excellent! "@NEJM/@hbrhealth two-month pilot project on high-value #healthcare. http://t.co/LmV4ao94BX” @gesclinvarela @jescarrabill
— Marco Inzitari (@marcoinzi) September 17, 2013
Transformar en positivo iniciativas que han tenido en sus comienzos un tono negativo, como es el de las prácticas clínicas que no aportan valor o que aportan poco (recuérdese las listas de actuaciones clínicas que no deberían hacerse), es una buena noticia.
El Dr. Marco Inzitari, el autor del tweet de la semana, es Director Asistencial del Parc Sanitari Pere Virgili, Diplomado en Gestión Sanitaria por la UAB y por ESADE y a él le gusta decir que es geriatra vocacional, además de gestor y de investigador. Pues bien, el Dr. Inzitari nos ofrece la noticia, en el tweet, de una joint venture entre New England Journal of Medicine y Harvard Business Review para la creación de un blog especializado en publicar trabajos que aportan valor a los sistemas sanitarios, según las siguientes tres áreas:
lunes, 21 de enero de 2013
¿Cómo se puede medir el valor salud?
En un principio
parecería que hablar del valor salud sería como iniciar un debate en el área de
la epistemología. En cambio, en manos de Michael Porter, este asunto se vuelve
muy práctico: "¿Qué resultados en términos de salud se han obtenido y qué
ha costado conseguirlos?". Dicho así parece bastante claro, pero a
continuación es lógico que nos preguntemos: "¿Qué es un resultado en
términos de salud?"
Como el reconocido
profesor de Harvard nos ve, a los que nos dedicamos a esto, un poco atascados,
él mismo nos da una pista en la tabla siguiente, proponiéndonos tres niveles de
resultados (tiers) y dos subgrupos
dentro de cada uno.
Ahora, con la tabla
anterior a la retina, pongámonos en la piel de una Unidad de Gestión Clínica que tiene necesidad de presentar sus
resultados clínicos, más allá de los indicadores habituales de idoneidad y
eficiencia.
Si, por ejemplo,
hablamos de una unidad funcional responsable de un proceso oncológico, un dato
muy relevante debería ser la supervivencia de los pacientes tratados en un
período determinado, pongamos 5 años. Y pese a admitir que esta sería una
información muy útil, no tenemos, en cambio, ningún conocimiento, a estas
alturas, de cuáles son las supervivencias atribuibles a las diferentes unidades
oncológicas de nuestro país.
Ahora bien, a pesar
de esta inexplicable carencia, hagamos el supuesto de que conseguimos conocer
supervivencias atribuibles a los resultados del trabajo de unidades oncológicas
específicas (soñar es gratis). Entonces no estaría nada mal que este dato lo
relativizáramos con un denominador de costes, y así obtendríamos el valor salud
de inspiración porteriana.
Supervivencia a los 5 años
Valor salud =
----------------------------------------------- ---------------------------------------------
Costes del proceso (en la perspectiva de los 5 años)
Imagínense lo
interesante que sería conocer el resultado de la fracción anterior de todas las
unidades de cáncer de tiroides, por ejemplo, si por mala suerte nos acabaran de
diagnosticar esta patología y viviéramos en un sistema en el que pudiéramos
elegir libremente, y además tuviéramos que pagar el proceso de nuestro
bolsillo.
Este caso del
tiroides puede parecer un poco dramático (aunque está basado en la realidad),
pero si analizamos los otros niveles (tiers)
de la tabla porteriana, podríamos
proponer hacer ahora el mismo ejercicio para diferentes resultados de salud,
menos contundentes que el de vida o muerte, pero probablemente muy relevantes
para determinar el valor que determinados procesos clínicos aportan a la salud
de las personas.
Pero antes de
ofrecer un ejemplo explicativo de cada tier,
me gustaría recordar su significado:
Tier 1 primera casilla
|
Supervivencia
|
Tier 1 segunda casilla
|
Nivel de salud
alcanzado o recuperado
|
Tier 2 primera casilla
|
Tiempo de
recuperación y de regreso a la actividad
|
Tier 2 segunda casilla
|
Problemas
aparecidos en el proceso terapéutico
|
Tier 3 primera casilla
|
Sostenibilidad del
nivel de salud alcanzado
|
Tier 3 segunda casilla
|
Problemas a largo
plazo del proceso terapéutico
|
Y ahora vean un ejemplo de cada tier, salvo la primera casilla del primero, dado que con el supuesto caso del cáncer de tiroides ya lo doy por ilustrado:
Tier 1 segunda casilla. Probabilidades de recuperación funcional después
de una artroplastia de cadera que puede acreditar una unidad funcional
especializada en recambios de grandes articulaciones
|
Tier 2 primera casilla. Tiempo de retorno a la vida normal (la que se
tenía antes) de una unidad de salud mental especializada en tratamiento de
ansiedad y depresión
|
Tier 2 segunda casilla. Probabilidades de desarrollar incontinencia de un
proceso conservador de tratamiento de cáncer de próstata, en relación a un
tratamiento intervencionista, siempre que las dos pautas hayan demostrado
resultados de supervivencia comparables
|
Tier 3 primera casilla. Probabilidades de desarrollar una retinopatía en
los pacientes diabéticos tratados por un determinado equipo multidisciplinar
especializado
|
Tier 3 segunda casilla. Probabilidades de desarrollar un linfedema en las
mujeres tratadas de cáncer de mama en una unidad funcional específica
|
Discusión
Debemos celebrar
este trabajo de Michael Porter porque es la primera vez que hemos visto una
propuesta que da pie a desarrollar indicadores destinados a medir el valor
salud, aunque a nadie se le escapan las dificultades que se tendrán que
enfrentar para dar consistencia y solidez estadística a estos nuevos índices,
especialmente las complejidades referentes a la estimación de costes del global
de los procesos.
Pero no soy
pesimista, porque recuerden que antes de los GRD nadie creía que fuera posible
catalogar la casuística hospitalaria, y se hizo. Aunque no fue ajeno al éxito
del desarrollo del nuevo sistema, el apoyo que recibió del gobierno federal
estadounidense y a la decisión de Medicare de adoptarlo como base para el pago
prospectivo en los hospitales.
Bibliografía
Porter ME. What is
value in health care? NEJM 2010 363; 26:2477-81. Los anexos, que contienen las
tablas, como la que ha sido escogida para este post, se pueden bajar en pdf.
El próximo lunes 28
de enero empezaré a introducir el nuevo concepto de appropriatennes en gestión clínica, o cómo ajustar las
organizaciones a las actividades clínicas que aportan valor, cómo dejar de
hacer las actividades que no aportan y cómo financiarlo todo.
Etiquetas:
Adecuación,
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Porter M.,
Próstata,
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Supervivencia,
Unidad de Gestión Clínica,
Valor
lunes, 14 de enero de 2013
Más salud por cada euro gastado

"Better health
por dollar spent" es la celebrada frase de Michael Porter que resume, como
ninguna otra, el espíritu de la orientación actual de la gestión clínica.
Porter es un profesor de la Harvard
Business School reconocido a nivel mundial por sus trabajos en estrategia y
competitividad de empresas. Este profesor sorprendió al mundo de los servicios
sanitarios cuando en 2006 publicó "RedefiningHealth Care", un libro en el que el autor ponía el dedo en la llaga
del sistema sanitario norteamericano, cuando afirmaba que no entendía la
organización en especialidades que tenían poco que ver con las necesidades de
los pacientes, que tampoco comprendía cómo era que no existieran indicadores
que midieran el valor que la "industria sanitaria" aportaba a la
salud de las personas, ni que las actividades clínicas se remuneraran por
volumen de trabajo hecho, al margen de los resultados de salud conseguidos.
En un artículo en
JAMA en 2007, Porter afirmó que la competitividad en valores es la base de la
economía, y que en el sistema sanitario sólo los médicos pueden conseguir, si
se lo proponen, que las actividades clínicas tengan un sentido final, y no un
sentido en sí mismas.
Por este motivo, en
este trabajo, el profesor anima a los médicos a que tomen conciencia de que
tienen que repensar lo que hacen en base a los tres pilares siguientes:
- El objetivo principal de la actividad clínica es mejorar la salud de las personas
- La práctica clínica se debe reorganizar en función de los diagnósticos de los pacientes y de los ciclos propios de las enfermedades
- Los resultados, ajustados por riesgo y por costes, se deben medir
Leídos así, seguro
que les han parecido tres consejos obvios. Todo el mundo los firmaría. Pero si
se fijan bien, tras un aparente minimalismo, cada sentencia esconde las llaves
de un replanteamiento en profundidad de todo lo que hacemos, y de cómo lo
hacemos.
Para ilustrar (que
no resumir) esta, todavía, nueva manera de ver las cosas, a continuación he
elegido seis "perlas porterianes" procedentes del artículo citado:
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Discusión
La situación real,
por ahora, es que disponemos de un modelo que cuando se jerarquizó (años 50-60
en nuestro país) trasladó las jerarquías de las cátedras de las facultades a
los organigramas de los hospitales. Y hay que admitir que esto conllevó
modernidad a los nuevos hospitales del "seguro" en contraposición al
modelo vigente por entonces, que era rancio y poco dotado para dar respuestas a
la emergente medicina moderna.
Luego vino la
estructuración del sistema (años 80), con la aparición de la reforma de la
asistencia primaria y la posterior reforma de la atención especializada. Y esto
también fue bien. Aportó orden y proximidad.
A pesar de estos
éxitos históricos, ahora, con el envejecimiento poblacional y la aparición con
fuerza de la cronicidad y de la fragilidad geriátrica, el modelo se encuentra
atenazado entre niveles asistenciales férreamente estructurados y servicios
clínicos especializados y departamentalizados de acuerdo con la lógica de órganos
y sistemas anatómicos. Y es curioso que alguien de fuera del sistema sanitario,
un profesor de "empresariales" experto en competitividad, y liberal a
la americana, nos marque el camino con tanto acierto.
"Libérense de
las cadenas del pasado", nos dice. Busquen equipos de profesionales
dedicados y cohesionados en torno a problemas de salud específicos, equipos que
ajusten sus agendas a los ciclos de las enfermedades que atienden, que tengan
capacidad de integrar cada vez más servicios necesarios para mejorar la salud
de sus enfermos, que acumulen experiencia en lo que hacen y que se les remunere
de manera proporcionada a los resultados clínicos obtenidos, y no a los actos
asistenciales realizados. Ah! Y que se establezca una política, transparente
para los enfermos, de comparación de resultados clínicos entre equipos
profesionales.
Como una visita a Michael Porter da mucho de sí, para el
próximo lunes 21 de enero tengo previsto presentar sus propuestas sobre cómo
evaluar el valor que las actividades sanitarias aportan a la salud de las
personas.
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