“Si el señor McMurphy no quiere tomar su medicación oral […], estoy segura de que podremos administrársela de otra manera.”
El personaje de la enfermera Mildred Ratched en Alguien voló sobre el nido del cuco presenta una figura seria, estricta, ordenada y autoritaria, con seguridad en sí misma, y todas sus acciones las realiza con el firme convencimiento de que están encaminadas al bienestar de los pacientes a los que cuida. Si le preguntáramos si tiene en cuenta el punto de vista de los pacientes, contestaría, sin lugar a dudas, de forma afirmativa. El ejemplo claro aparece en una discusión en la que le piden ver un partido de la liga de béisbol en la televisión, que ella zanja estableciendo que es necesario el voto de todos para cualquier cambio en la programación habitual, con lo que logra, finalmente, imponer su punto de vista. No dudaría en ningún momento en utilizar la persuasión, la influencia interpersonal, la inducción o incluso la amenaza para garantizar la administración de un tratamiento prescrito.