Should we assume that the extra GP caseload comes down to a combination of time wasters and an ageing population? http://t.co/XkICaHx2CA
— Guardian Healthcare (@GdnHealthcare) julio 28, 2015
Alanna Collen, bióloga y escritora, publica en The Guardian una interesante reflexión sobre el uso que muchas personas hacen del médico de familia. La autora defiende que, de manera casi silente, en las últimas décadas ha ido surgiendo una epidemia de mala salud, en el sentido de que cada vez hay más gente que necesita visitas periódicas del médico de familia para ser atendidas de sus dolencias, por otra parte compatibles con una vida normal (o casi normal): alergias, acné, depresión, ansiedad, dificultades digestivas, obesidad, por poner algunos ejemplos típicos de mala salud. Una cifra significativa de la supuesta epidemia es que, en el Reino Unido, la frecuentación al médico de familia de las mujeres de alrededor de los 50 años ha pasado de 4,2 visitas al año a 6 desde 1995 a 2009.