Finlandia es un referente en muchos aspectos relacionados con la sociedad del bienestar. Es de todos conocido que tienen uno de los sistemas educativos mejores del mundo; pero, ¿qué podemos aprender de su sistema de atención primaria que pueda ser de utilidad para nuestro ámbito? Con este artículo quiero plantear algunas reflexiones personales entre algunas peculiaridades del sistema sanitario finlandés y la comparación con nuestro modelo.
Finlandia es un país del norte de Europa con 5,5 millones de habitantes y miembro de la Unión Europea desde 1995. Su sistema de salud ofrece cobertura universal y es de destacar que salud y servicios sociales están gestionados desde el mismo departamento del gobierno.
Centrándonos ya en la atención primaria de Finlandia, destaca el hecho de que cuentan con un sistema de historia clínica electrónica desplegada en toda la red de primaria con acceso a todas las historias clínicas electrónicas de los hospitales, así como pruebas analíticas y radiológicas. En esto, algunas comunidades autónomas, como Cataluña, han evolucionado mucho en los últimos tiempos, pero todavía hay que avanzar hacia una estación clínica única y un acceso más ágil y directo a las historias clínicas de todos los hospitales de la red sanitaria de utilización pública, incluyendo los cursos clínicos. También hay que plantearse, por un tema de seguridad de los pacientes, como se puede acceder a las historias clínicas de los hospitales y clínicas privadas.
En Finlandia, cada gobierno local es responsable de la financiación de los centros de salud de su área de influencia. Esto ha provocado algunas inequidades entre diferentes zonas geográficas, acentuado por el hecho de que un 30% de la atención primaria se realiza en un entorno rural, pero, por otro lado, ello hace que seguramente se conozcan mejor las necesidades sanitarias a nivel local. En Cataluña hay experiencias descentralizadoras un poco comparables en este sentido, como por ejemplo podrían ser las "financiaciones capitativas", pero este es un modelo que no ha acabado de implantarse nunca por todo el territorio de manera uniforme y que desde hace años se encuentra en fase de "piloto".
Un interesante iniciativa de la atención primaria finlandesa son las "Health Stations", o "Estaciones de Salud" localizadas principalmente en la capital Helsinki. En la actualidad hay 25 centros de este tipo que reciben una financiación totalmente pública. Como características destacables de estas estaciones de atención primaria destaca el hecho de que trabajen profesionales médicos y de enfermería en equipos formados por parejas, similar a las Unidades Básicas Asistenciales (UBA), y el hecho de que en estos centros hayan áreas de autocuidados donde los pacientes pueden, por ejemplo, tomarse la tensión arterial o monitorizar otros aspectos de su salud y bienestar. Además, estos centros incluyen servicios especializados de salud mental, odontología, drogodependencias, pediatría y salud sexual y reproductiva. También disponen de servicios de consulta telefónica para usuarios gestionado por enfermería.
Pero la atención primaria finlandesa también tiene algunos problemas y en este sentido no se diferencia demasiado de nuestra sanidad: largas listas de espera para las visitas a consultas externas, dificultad para captar los mejores estudiantes de medicina para que se formen como médicos de primaria, demasiada dependencia de la atención hospitalaria especializada y una falta de financiación histórica respecto a la atención hospitalaria.
En resumen nuestra atención primaria no sale mal parada si la comparamos con Finlandia, pero lo que me hace más envidia de ellos es que allí la atención primaria tiene una larga trayectoria académica con departamentos de Medicina de Familia en cada una de las 5 facultades de medicina públicas del país. Esta es una asignatura que tenemos pendiente y que no se puede demorar más tan por injusta como para injustificable.
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Finlandia es un país del norte de Europa con 5,5 millones de habitantes y miembro de la Unión Europea desde 1995. Su sistema de salud ofrece cobertura universal y es de destacar que salud y servicios sociales están gestionados desde el mismo departamento del gobierno.
Centrándonos ya en la atención primaria de Finlandia, destaca el hecho de que cuentan con un sistema de historia clínica electrónica desplegada en toda la red de primaria con acceso a todas las historias clínicas electrónicas de los hospitales, así como pruebas analíticas y radiológicas. En esto, algunas comunidades autónomas, como Cataluña, han evolucionado mucho en los últimos tiempos, pero todavía hay que avanzar hacia una estación clínica única y un acceso más ágil y directo a las historias clínicas de todos los hospitales de la red sanitaria de utilización pública, incluyendo los cursos clínicos. También hay que plantearse, por un tema de seguridad de los pacientes, como se puede acceder a las historias clínicas de los hospitales y clínicas privadas.
En Finlandia, cada gobierno local es responsable de la financiación de los centros de salud de su área de influencia. Esto ha provocado algunas inequidades entre diferentes zonas geográficas, acentuado por el hecho de que un 30% de la atención primaria se realiza en un entorno rural, pero, por otro lado, ello hace que seguramente se conozcan mejor las necesidades sanitarias a nivel local. En Cataluña hay experiencias descentralizadoras un poco comparables en este sentido, como por ejemplo podrían ser las "financiaciones capitativas", pero este es un modelo que no ha acabado de implantarse nunca por todo el territorio de manera uniforme y que desde hace años se encuentra en fase de "piloto".
Un interesante iniciativa de la atención primaria finlandesa son las "Health Stations", o "Estaciones de Salud" localizadas principalmente en la capital Helsinki. En la actualidad hay 25 centros de este tipo que reciben una financiación totalmente pública. Como características destacables de estas estaciones de atención primaria destaca el hecho de que trabajen profesionales médicos y de enfermería en equipos formados por parejas, similar a las Unidades Básicas Asistenciales (UBA), y el hecho de que en estos centros hayan áreas de autocuidados donde los pacientes pueden, por ejemplo, tomarse la tensión arterial o monitorizar otros aspectos de su salud y bienestar. Además, estos centros incluyen servicios especializados de salud mental, odontología, drogodependencias, pediatría y salud sexual y reproductiva. También disponen de servicios de consulta telefónica para usuarios gestionado por enfermería.
Pero la atención primaria finlandesa también tiene algunos problemas y en este sentido no se diferencia demasiado de nuestra sanidad: largas listas de espera para las visitas a consultas externas, dificultad para captar los mejores estudiantes de medicina para que se formen como médicos de primaria, demasiada dependencia de la atención hospitalaria especializada y una falta de financiación histórica respecto a la atención hospitalaria.
En resumen nuestra atención primaria no sale mal parada si la comparamos con Finlandia, pero lo que me hace más envidia de ellos es que allí la atención primaria tiene una larga trayectoria académica con departamentos de Medicina de Familia en cada una de las 5 facultades de medicina públicas del país. Esta es una asignatura que tenemos pendiente y que no se puede demorar más tan por injusta como para injustificable.
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¿Pueden los ciudadanos finlandeses escoger su equipo de atención primaria o como en nuestro entorno existen números máximos?
ResponderEliminar¿Como evalúan la cantidad i la cualidad de su actividad?
¿Del salario del medico Finlandés que proporción hay de variable y en función de que?
¿Pueden remitir los pacientes al hospital que mejor accesibilidad y resultados tengan o los flujos son prefijados?
¿Cual debe ser la dificultad para ajustar un capìtativo en función de variables que faciliten la equidad? Pirámides poblacionales, densidad de población, rentas per cápita, medios de comunicación, nivel sociocultural…..
Si podemos escoger donde llevar el automóvil a reparar o el albañil o etc.etc. ¿Por qué no podemos escoger el que nos ayude en nuestra salud?
Si realmente es importante la atención primaria no tiene sentido que las facultades de medicina no hayan adaptado el currículo académico a la realidad. ¡Igual si tiene sentido!
Gracias por tus comentarios Roger. Entiendo que se trata de una reflexión tuya más que de preguntas directas a mí porque una cosa es cómo funciona el sistema finlandés en el marco teórico y la otra lo que se encuentra el usuario de a pié. Es cierto que sobre el papel los finlandeses pueden escoger a su médico, pero esto también sucede en nuestro país aunque la realidad en muchos sitios es muy distinta. Como comento en el artículo, para mí el problema clave de la atención primaria en nuestro país es la falta de reconocimiento real y práctico de la especialidad. Si bien esto también pasa en otros países, el hecho de que no tengamos reconocimiento universitario agrava aún más el problema y mina nuestra autoestima.
ResponderEliminarLa medicina en Finlandia es la peor que he visto, los profesionales de la salud dejan mucho que desear, para que decir de la mala atencion. Es verdad que estan fallando en la seleccion de los estudiantes, pues aqui la mayoria que estudia sea bueno o mal alumno obtine su titulo sin filtro. Otra cosa espantosa es la proteccion con la que cuentan los "Doctores" despues de cometer una negligencia medica.
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