Emprender tendría que ser una actividad mayoritaria y promovida desde la escuela primaria. Casi todos queremos que a nuestros hijos les enseñen a trabajar en equipo, a imaginar retos, a tener iniciativa, a ser proactivos, a mostrar determinación, a ganar credibilidad y, sobre todo, queremos que puedan vivir la vida con pasión. Bien, pues esto es, nada más y nada menos, en esencia, el emprendimiento. Y si lo queremos para nuestros hijos también deberíamos quererlo para nosotros.
Conozco a unos cuantos profesionales de la salud que son emprendedores, pero que son poco conscientes de serlo. Si eres emprendedor y no lo sabes, aparte de perderte parte de la gracia, no tienes el marco mental que te ayudaría a entender lo que haces y a mejorar. Por este motivo, a los profesionales con los que tengo oportunidad de compartir proyectos de innovación, lo primero que les digo en cuanto nos hemos cogido un poco de confianza es que si están ahí, trabajando en un reto de innovación, es porque son emprendedores en potencia. Acto seguido les aplico una herramienta para medir su nivel de emprendimiento, basada en un análisis de su currículum y en sus preferencias expresadas en la elección entre varios posibles puestos de trabajo.
No hay un molde único de emprendedor, los ingredientes que lo configuran son varios y cada cual los tiene en intensidades y formatos diferentes. A continuación os invito a realizar un simple test (*) para ayudaros a reflexionar sobre vuestro nivel y estilo de emprendimiento, analizando algunos de los indicadores clave:
(Criterio de puntuación: 0 si sois un desastre en aquel ámbito; 1 si es uno de vuestros puntos débiles; 2 si os defendéis bien a pesar de que a veces os puede costar; 3 si es uno de vuestros puntos fuertes.)
Si tu puntuación es:
• Más de 25 puntos: eres un emprendedor con mucho potencial y ya deberías saberlo.
• Entre 20 y 25 puntos: te puedes considerar como un emprendedor funcional.
• Entre 15 y 20 puntos: tienes un potencial que has de acabar de concretar.
• Per debajo de 15 puntos: piensa en qué podrías mejorar.
Algunos aspectos más para terminar:
1. El emprendimiento se ha ido volviendo más complejo con el tiempo, especialmente en el campo de la salud, y hoy podría decirse que emprender es más una actividad de equipo que individual. Hay que asociarse con personas afines y complementarias para construir un perfil colectivo de emprendedor.
2. Asociar emprendimiento y juventud es un mito. No existe ninguna edad para emprender, quizá cuando eres más joven tienes más energía, pero cuando eres mayor tienes mucha más experiencia.
3. El emprendimiento se asocia con querer hacer negocios y ganar dinero, pero emprender es, en primer lugar, una actitud vital; es querer “hacer cosas” que aporten valor.
La razón para emprender tiene que ser la expectativa y el convencimiento de que podemos hacer más felices a los demás, al mismo tiempo que nos hacemos felices a nosotros mismos.
El sistema CEPA (Collective Entrepreneurship Profile) genera en primer lugar el perfil de cada persona como emprendedora. Para hacerlo se basa en un análisis cuantificado del currículum y en hacer que el usuario tenga que elegir entre varias ofertas de trabajo. Este último aspecto genera el perfil de preferencias. Se combinan el currículum y las preferencias para obtener un perfil personal. Después se unen los perfiles de emprendimiento de los integrantes de un equipo para obtener el perfil colectivo.
(*) Este test es un esquema simplificado del modelo de evaluación del estilo de emprendimiento desarrollado por Onsanity y que se aplica en el curso Proyectos de Innovación y Tecnología en la Salud (PINNTS). En el blog, en la parte derecha, hay un acceso directo al programa del curso. Si tenéis interés en aplicar el test completo, del que en la imagen veis una de las gráficas que genera, poneos en contacto con jm.monguet@upc.edu
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