miércoles, 21 de mayo de 2014

Telemedicina: 18 pistas para evitar la pilotitis








Los servicios de telemedicina, al igual que otras innovaciones intensas en valor tecnológico, acostumbran a funcionar bien en entornos controlados, a modo de laboratorio, donde las variables más determinantes están ajustadas. A estos experimentos les llamamos pilotos y son la antesala de la extensión de la innovación. Los pilotos suelen tener las características del efecto Hawthorne, el sesgo de resultado que aparece cuando lo observado es consciente de ser observado y en consecuencia adopta el mejor de sus modos. Bajo luz y taquígrafos todo funciona, pero cuando se extiende el proyecto, fracasa. El fenómeno es tan común que las administraciones sanitarias han abusado de los pilotos como medio de implantación y se habla actualmente de pilotitis.

Pero, ¿qué hace que un proyecto supere la fase piloto y se convierta en habitual? ¿Y qué características tienen aquellos proyectos que incluso llegan a ser implantados a gran escala? Con estas preguntas en mente y el soporte de la Comisión Europea, se lanzó el proyecto Momentum en 2012. Su objetivo era elaborar una guía para la implantación exitosa de telemedicina en Europa y la semana pasada publicó la lista provisional de los 18 factores críticos de éxito identificados mediante el análisis de casos de éxito de telemedicina, entendida como la relación entre profesionales y pacientes que no se hallan en el mismo lugar. Estos factores cubren los siguientes bloques: 
  1. Estrategia
  2. Organización y gestión
  3. Seguridad y legalidad
  4. Tecnología e infraestructura
La versión actual, lejos de ser la definitiva, da una primera guía de los elementos a tener en cuenta cuando se pretende introducir un nuevo servicio de telemedicina y se quiere evitar que se quede en tan sólo un piloto, ya sea en el si de una organización sanitaria pública o de una iniciativa empresarial privada.

He aquí los 18 factores críticos de éxito:
  1. Compruebe que está preparado culturalmente para la telemedicina 
  2. Asegúrese de que haya un líder claro
  3. Identifique una necesidad apremiante 
  4. Reúna los recursos necesarios para su implantación y sostenibilidad 
  5. Oriéntese a las necesidades del cliente principal 
  6. Implique a profesionales sanitarios y decisores 
  7. Prepare e implante un plan de negocio 
  8. Prepare e implante un plan de gestión del cambio 
  9. Ponga al paciente en el centro del servicio 
  10. Asegure la legalidad del nuevo servicio 
  11. Déjese aconsejar por expertos en seguridad y privacidad 
  12. Aplique guías de seguridad y legalidad 
  13. Asegúrese de que los usuarios del servicio sean conscientes de los aspectos de privacidad. 
  14. Asegúrese de que la infraestructura informática y de eSalud cubra sus necesidades 
  15. Asegúrese de que la tecnología sea amigable 
  16. Disponga de un buen servicio de mantenimiento del sistema 
  17. Siga las buenas práctica en las relaciones comerciales 
  18. Asegúrese de que la tecnología tiene el potencial para ser escalable (“piense en grande”)
Como lista abierta, acepta modificaciones hasta su versión definitiva prevista para finales de año. En el estado actual, los aspectos legales tienen un peso superior a los funcionales, muestra de las dificultades en la introducción de este tipo de servicios. En mi opinión, la legalidad, lejos de ser una garantía, es una acto letrado de resistencia pasiva que conviene gestionar del modo más pragmático que la situación permita.

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