"Medicine needs another way" http://t.co/JxjK1UQIdT @nytopinion by @sjauhar #indivmed pic.twitter.com/yBasHI7Ron
— Eric Topol (@EricTopol) diciembre 11, 2014
King's Fund quiso aportar sus argumentos al debate profesional sobre las variaciones de la práctica clínica con la publicación: "Variations in health care: the good, the bad and the inexplicable" (2011). Se trata de un trabajo excelente, con ecos de cartelera de western, que da las pistas para diferenciar entre variaciones positivas, las debidas a las decisiones de los pacientes; negativas, las debidas a la inaccesibilidad a las prestaciones; e inexplicables, las motivadas por las inconsistencias inherentes a la práctica profesional.
El Dr. Eric Topol, cardiólogo, genetista e investigador de Cleveland Clinic, con este tweet, nos acerca a un artículo escrito por otro cardiólogo, Sandeep Jauhar, en las páginas de "The New York Times", desde donde reclama que la homogeneización de los procesos clínicos no siempre es deseable. El Dr. Jauhar defiende que convendría ser prudentes en ese aspecto, porque no siempre la reducción de las variaciones es garantía de calidad. Las guías de práctica clínica, afirma, son un instrumento poderoso, irrenunciable, pero pueden convertirse en un marco demasiado rígido para el avance de las decisiones clínicas compartidas.
Otro investigador, el Dr. Victor Montori, internista de Mayo Clinic, en una artículo en JAMA Network: "The optimal practice of evidence-based medicine: incorporating patient preferences in practice guidelines", dice: "Los expertos que elaboran las guías de práctica clínica deberían saber detectar en qué circunstancias la contundencia de sus recomendaciones entorpece la práctica de una medicina más humana y más cercana al paciente, mientras que los clínicos deberían aprender que las guías, a pesar de su importancia, sólo son un instrumento de apoyo a la práctica clínica".
Jauhar y Montori afirman que las guías de práctica clínica son el fundamento de la actividad médica moderna, pero que deberíamos empezar a tener claro que estas recomendaciones casi nunca deberían ser impositivas. La investigación que alimenta estas guías, por su parte, debería aprender a incorporar las preguntas que se hacen los pacientes cuando tienen que tomar decisiones bajo una presión emocional a menudo insoportable.
Jordi Varela
Editor
El Dr. Eric Topol, cardiólogo, genetista e investigador de Cleveland Clinic, con este tweet, nos acerca a un artículo escrito por otro cardiólogo, Sandeep Jauhar, en las páginas de "The New York Times", desde donde reclama que la homogeneización de los procesos clínicos no siempre es deseable. El Dr. Jauhar defiende que convendría ser prudentes en ese aspecto, porque no siempre la reducción de las variaciones es garantía de calidad. Las guías de práctica clínica, afirma, son un instrumento poderoso, irrenunciable, pero pueden convertirse en un marco demasiado rígido para el avance de las decisiones clínicas compartidas.
Otro investigador, el Dr. Victor Montori, internista de Mayo Clinic, en una artículo en JAMA Network: "The optimal practice of evidence-based medicine: incorporating patient preferences in practice guidelines", dice: "Los expertos que elaboran las guías de práctica clínica deberían saber detectar en qué circunstancias la contundencia de sus recomendaciones entorpece la práctica de una medicina más humana y más cercana al paciente, mientras que los clínicos deberían aprender que las guías, a pesar de su importancia, sólo son un instrumento de apoyo a la práctica clínica".
Jauhar y Montori afirman que las guías de práctica clínica son el fundamento de la actividad médica moderna, pero que deberíamos empezar a tener claro que estas recomendaciones casi nunca deberían ser impositivas. La investigación que alimenta estas guías, por su parte, debería aprender a incorporar las preguntas que se hacen los pacientes cuando tienen que tomar decisiones bajo una presión emocional a menudo insoportable.
Jordi Varela
Editor
No hay comentarios:
Publicar un comentario