Las infecciones respiratorias agudas, los dolores de garganta y las infecciones del oído son algunos de los motivos más frecuentes de consulta al médico de familia, especialmente en invierno, y en estas circunstancias es muy habitual que el paciente salga de la consulta con una prescripción de antibióticos, a pesar de que la evidencia científica se empeña en demostrar que estos medicamentos aportan poco valor, o que incluso pueden ser contraproducentes.
El uso inapropiado de antibióticos es uno de los principales factores del aumento de las resistencias microbianas, hoy ya un problema de salud pública mundial, y debido a esta preocupación, un grupo de investigadores de Cochrane, han querido observar si las decisiones compartidas conseguían reducir el uso inapropiado de estos medicamentos. Por este motivo han analizado 10 ensayos clínicos aleatorizados con la participación de 492.000 pacientes. Estos estudios habían evaluado acciones que implicaban la formación de los médicos de familia en habilidades comunicativas para las decisiones compartidas, además de información escrita para los pacientes. Los resultados fueron positivos, ya que en el 47% de los casos de infecciones respiratorias agudas de los grupos de control, los pacientes salían de la consulta con una receta de antibiótico, mientras que en los grupos de intervención, esta cifra se había reducido al 29%.
El estudio demuestra que es una responsabilidad profesional lograr que los antibióticos dejen de ser un bien de consumo, para convertirse en un valor de la salud pública moderna. Hasta no hace mucho, había un cierto relajamiento en el uso inapropiado de antibióticos, porque los médicos confiábamos que una nueva generación de estos productos sorprendería las bacterias y resolvería las resistencias generadas hasta entonces. Pero ahora las bacterias supervivientes saben latín, y la producción de moléculas nuevas ha caído drásticamente.
En cuanto a la prescripción de antibióticos, la evidencia científica y la salud pública ya han dejado clara su posición. Ahora es el momento de las decisiones compartidas y sólo desde el consultorio se puede conseguir que los pacientes cambien la posición de demanda por la de colaboración.
Posted by Jordi Varela, editor
Posted by Jordi Varela, editor
Una adecuada competencia profesional de los médicos y una toma de decisiones centradas en el paciente son elementos muy importantes que condicionarían un uso más racional de la terapia con antibióticos (y de todos los fármacos, en general). Sin embargo no suelo contemplar otra variable, a mi juicio muy importante, que es la organización de las consultas de los médicos de familia en nuestro país. La elevada presión asistencial, con un tiempo de consulta por paciente muy escaso, dificultan un adecuado asistencia. Por supuesto, los dos primeros aspectos son muy importantes pero no olvidemos tampoco las condiciones de trabajo de la mayoría de consultas del este país salvo que, deliberadamente, pensemos que el tiempo disponible para ver a cada paciente no es una variable relevante.
ResponderEliminarSaludos.