viernes, 29 de noviembre de 2019

La confianza en tiempos difíciles








La irrupción de la inteligencia artificial en las relaciones médico-paciente

Vivimos una época de incertidumbre. Si la comparamos con otros tiempos recientes, nuestra confianza en las instituciones públicas, organizaciones, entidades sociales e incluso en las personas, ha ido mermando.

Esta realidad afecta también a las relaciones entre el médico o profesional clínico y el paciente. Muchos factores han influido en esta pérdida de confianza y no es mi objetivo entrar en profundidad en tan amplio y complejo tema. Sin embargo, quiero destacar como la inteligencia artificial (IA) está afectando ya a esa relación de confianza. Con el concepto IA me refiero al tratamiento de grandes cantidades de datos (big data) a través de sofisticados algoritmos –mediante cálculo de probabilidades, inferencias, deducciones y predicciones– que, entre otros aspectos, nos permitirán tener mayor seguridad en la toma de decisiones complejas.


Los beneficios de utilizar la inteligencia artificial en sanidad

Vivimos fascinados por el avance de la IA en diferentes campos de la medicina, por ejemplo los modelos predictivos, la interpretación radiológica o bien las asociaciones que están realizando las grandes compañías informáticas para avanzar en distintos campos, por ejemplo el del diseño de estudios de fármacos. Como dice el artículo referido, el futuro estará dominado por la velocidad y el ahorro.

Las limitaciones de utilizar la inteligencia artificial en sanidad

Sin embargo, empezamos a ver ciertas limitaciones, problemas y evoluciones complejas en el uso de la IA.


El beneficio será diverso, si consideramos como puede afectar la digitalización a distintas áreas de conocimiento médico especializado. Así, en la aproximación al tema que realiza The Medical Futurist (TMF) se destaca que no todas las especialidades van a obtener el mismo provecho, tal como se puede observar en la siguiente figura: en el eje de ordenadas se presentan desde las especialidades que se basan en el uso intensivo de datos hasta las que se fundamentan mayormente en la interacción (personal o remota). En el eje de abscisas están desde las que se basan en trabajo rutinario hasta las que denomina como creativas (en las que cada día sucede algo nuevo). Así se configuran cuatro cuadrantes: el superior derecho, en el que probablemente las tecnologías impactarán, pero no cambiarán la esencia de la interacción actual (neurología, psiquiatría, medicina familiar...). En el cuadrante inferior derecho, las especialidades van a ser muy dependientes de las tecnologías digitales en su utilización diaria (oncología, urgencias, anatomía patológica...). En el cuadrante inferior izquierdo se muestran las especialidades en las que la tecnología va a ser sustitutiva de trabajos repetitivos liberando tiempo para la creatividad (dermatología, oftalmología…). Por último, en el cuadrante superior izquierdo se citan las especialidades en las que la digitalización solo servirá como herramienta auxiliar (ORL, geriatría…).

También conviene destacar el posicionamiento de las sociedades radiológicas de Estados Unidos, Canadá y Europa que propugnan la necesidad de establecer un código ético en el que se indique que el principio "lo primero, no hacer daño" se extienda a ingenieros, estadísticos, matemáticos y científicos de datos, que están llamando a la puerta del sistema sanitario a través del big data y la IA. ¿Los valores que siempre hemos abrazado los profesionales sanitarios deben ser compartidos con ellos? 

Un último aspecto a destacar es la fiabilidad de los algoritmos utilizados que, dada su base estadística, están sometidos a la incisiva maldición de Benjamin Disraeli: hay mentiras, malditas mentiras y estadísticas (en el caso de la IA se trata de estadísticas). 

La incidencia de la inteligencia artificial en la relación de confianza de los pacientes con los médicos

Volviendo al tema de la confianza, JAMA ha publicado durante este año varios artículos sobre la materia, relacionando a médicos, pacientes y organizaciones de los sistemas de salud. Y me parece especialmente acertado el que plantea hasta qué punto va afectar la confianza a la relación médico-paciente cuando este último sea consciente de que parte del conocimiento y de las decisiones de su facultativo se basan en la información suministrada por algoritmos. Recientemente, Himms ha abordado este aspecto incluyendo a los pacientes en el necesario diseño regulatorio.

Sugerencias para afrontar el problema y ayudar a su solución


El conjunto de factores hace que el problema sea muy complejo, pero al mismo tiempo la simplicidad avanzará al atender a ambos aspectos a la vez, para abordar la solución. Como ejemplo de simplicidad, es interesante seguir la aproximación de Amazon.care, que en un estudio reciente observa que el 50% de la población americana querría que su experiencia de compra de servicios sanitarios fuera como la de Amazon. Traducido a nuestro entorno público, seguramente hablaríamos de simplificar la accesibilidad. Tendremos que estar atentos a Amazon Care y a su experiencia piloto para sus empleados de Seattle, que establecen un mix de atención a distancia y personal para problemas sanitarios menores.

Como muy gráficamente decía el New England Journal of Medicine Catalyst, en un artículo reciente sobre el rediseño asistencial: “Nadie quiere una sala de espera”.

Caminando hacia el futuro

El escenario evoluciona muy rápidamente, tal como expresa Alex Pentland, director de uno de los laboratorios del MIT (Boston) y reconocido autor de Social Physics (Física Social), en dos aspectos clave. En su publicación OpenMind del BBVA ¿Hacia una nueva ilustración? Una década trascendente, Pentland afirma como primer aspecto clave que todo debe basarse en la calidad de los datos (muchas experiencias iniciales de IA fracasan por la poca calidad de los datos fuente) y, lo más importante, como segundo aspecto clave, los datos de relaciones tienen un valor un 300% superior al de los clásicos datos sociodemográficos.

Conclusiones

En resumen, para afrontar este complejo futuro deberemos de tener en cuenta tres aspectos que, a su vez, son complementarios:
  • La simplicidad: la importancia de la accesibilidad.
  • La complejidad: atender a las relaciones entre personas y a los datos generados.
  • La agilidad: el futuro está en el ahorro y la velocidad.

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