Los hospitales son estructuras que generan una influencia poderosa sobre el global del sistema sanitario. Su eficacia en la resolución de ciertas patologías agudas, sobre todo quirúrgicas, les da un gran prestigio social. Esta circunstancia no debería, sin embargo, ocultar dos problemas estructurales que están lastrando su perspectiva:
a) El primero de los problemas es de tipo interno. Las burocracias propias están mostrando signos de fatiga y ello repercute en la calidad de sus servicios, y sobre todo en la seguridad de los pacientes ingresados.
b) El segundo problema es de tipo relacional. La superioridad jerárquica de los hospitales les ha mantenido alejados de la realidad comunitaria y de la atención primaria, y eso es ahora una dificultad seria para afrontar, de manera integrada, la atención a la cronicidad compleja y a la fragilidad geriátrica.
Este decálogo está enfocado a ofrecer propuestas de reformas estructurales para superar los problemas internos de los hospitales.
a) El primero de los problemas es de tipo interno. Las burocracias propias están mostrando signos de fatiga y ello repercute en la calidad de sus servicios, y sobre todo en la seguridad de los pacientes ingresados.
b) El segundo problema es de tipo relacional. La superioridad jerárquica de los hospitales les ha mantenido alejados de la realidad comunitaria y de la atención primaria, y eso es ahora una dificultad seria para afrontar, de manera integrada, la atención a la cronicidad compleja y a la fragilidad geriátrica.
Este decálogo está enfocado a ofrecer propuestas de reformas estructurales para superar los problemas internos de los hospitales.
- Industrializar los procesos protocolizables (1/3 de la casuística)
- Introducir las sesiones clínicas de coordinación y los planes individualizados como metodología de trabajo en las plantas de hospitalización (2/3 de la casuística)
- Adecuar los criterios de ingreso en las unidades de críticos y desplegar estrategias de semicríticos
- Reorientar la organización hacia la fragilidad geriátrica y deconstruir la atención a los pacientes crónicos
- Implicar a los médicos según los principios de Max Weber (propuestas nobles, motivación intrínseca, respeto y pertenencia)
- Replantear las competencias entre especialistas y generalistas
- Aumentar la formación, la calidad organizativa y las competencias enfermeras; y generar magnetismo
- Tensionar la organización para garantizar la continuidad asistencial y mejorar la seguridad del paciente
- Repensar la organización para adaptarla a la atención centrada en el paciente
- Fomentar el liderazgo, aprender de los errores y promover la innovación
Cuando se habla de reformas estructurales muchos piensan en derechos laborales, o en financiación, o en inversiones. Estos y otros aspectos son importantes, no en vano, los hospitales tienen una complejidad reconocida. Pero que nadie se lleve a engaño, sólo desde la gestión clínica, su cor business, se puede iniciar el cambio imprescindible para mejorar la efectividad de sus procesos y optimizar sus recursos.
Jordi Varela
Editor
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