La estrategia de dividir los problemas en pequeñas partes ha arrojado
ventajas en múltiples ámbitos de la acción humana. Famoso es el divide et vinces (divide y vencerás) heredado
de la política romana que sobrevive con fuerzas renovadas en la política
contemporánea o en el reduccionismo aplicado a la investigación científica.
La clasificación de pacientes es una práctica habitual en medicina y
enfermería como método para documentar el trabajo realizado. Sin embargo, su uso
de forma prospectiva es mucho más reciente y se beneficia del proceso de
digitalización de la información sanitaria de los últimos 20 años mediante
técnicas de análisis y predicción.
Los sistemas de estratificación de
riesgos permiten pronosticar el comportamiento de individuos agrupados en segmentos
poblacionales en función de sus condiciones y pautas actuales. Esta capacidad
predictiva permite repensar la organización y la atención sanitaria en múltiples
aspectos. Veamos tres ejemplos:
- Vimos la experiencia de los hospitales de Estados Unidos en su cruzada contra las readmisiones a 30 días y el uso intensivo de sistemas de estratificación de pacientes para identificar aquellos en riesgo de readmisión y así desplegar programas de transición pre-alta y post-alta con otros servicios en la comunidad.
- La identificación de pacientes crónicos complejos (PCC) y los pacientes con enfermedad crónica avanzada (MACA) son dos ejemplos del uso de la estratificación de riesgos del Plan de Prevención y Atención a la Cronicidad (Cataluña) asociados al despliegue de actuaciones coordinadas entre niveles asistenciales sanitarios y sociales.
- Otra aplicación de la estratificación es la relacionada con los sistemas de pago prospectivo. Este año, el sistema de compra de servicios de atención primaria en Cataluña ha introducido la novedad de modular la carga de morbilidad poblacional mediante el ajuste de riesgo calculado por el sistema GMA. Los GMA (grupos de morbilidad ajustada) es una herramienta de estratificación de riesgos desarrollada por los equipos técnicos del Institut Català de la Salut (proveedor sanitario) y el CatSalut (aseguradora pública) que combina información de primaria, hospitalaria y farmacia para agrupar en 7 niveles de morbilidad y 5 de complejidad. En el nuevo sistema de compra, la cápita de atención primaria queda ajustada en un 20% por su morbilidad.
Estratificación de riesgos, complejidad o morbilidad forman ya parte de un diccionario llamado a cambiar la organización sanitaria para mejor ajustarse a las necesidades de la población y de los individuos.
Con el fin de evaluar el impacto de la estratificación de riesgos en diversos sistemas sanitarios (Lombardia, Puglia, Euskadi y Cataluña), el proyecto europeo ASSEHS se inició en 2014 bajo el amparo de la Comisión Europea y la coordinación de Kronikgune. Sus principales resultados verán la luz durante el primer semestre de 2016. Entre ellos cabe esperar: las herramientas más utilizadas, las estrategias de despliegue o el impacto en procesos y resultados. Sigan atentos.
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