Salud comunitaria basada en la evidencia

La salud comunitaria es un modelo de intervención que tiene por finalidad la mejora de la salud de una colectividad definida que se debería ejercer desde los servicios de atención primaria con el fin de ajustar sus acciones a la realidad social de cada territorio. Las competencias de la atención primaria en la salud comunitaria se podrían resumir en cuatro puntos: a) promoción de hábitos saludables en el marco de las condiciones de vida de cada persona, b) promoción de la salud, c) fomento del auto-cuidado y d) desmedicalización de la vida cotidiana.

@varelalaf

Para hacer viable una propuesta de salud comunitaria se debe tener en cuenta que, en relación a esta metodología, en los equipos de atención primaria hay una realidad tremendamente variada, con profesionales que, ahogados por la presión de la demanda, continúan actuando exclusivamente de manera reactiva y, en el otro extremo, con otros que emprenden acciones comunitarias sin ninguna base científica. En general se observa que, de manera más o menos acertada, hay equipos de atención primaria muy implicados en los asuntos de su comunidad y otros nada. La conclusión es que en la atención primaria no hay ni discurso homogéneo ni proyecto claro de salud comunitaria.

Por este motivo, con la ayuda de Xavier Bayona, he echado un vistazo a las revisiones Cochrane sobre la efectividad de los programas de salud comunitaria, donde se observa que hay ocho actividades específicas que, planeadas y ejecutadas apropiadamente, podrían obtener resultados:

1. Las estrategias de información sobre las vacunaciones infantiles en grupos de baja adherencia (enlace).
2. Los programas de promoción de la salud maternal y neonatal especialmente dirigidos a colectivos de riesgo (enlace).
3. Las intervenciones conductuales para reducir el riesgo de transmisión sexual del VIH entre los hombres que tienen sexo con hombres (enlace).
4. Los programas para disminuir el consumo de tabaco entre los jóvenes (evidencia débil) (enlace).
5. La prevención de la diabetes 2 (los estudios son todos en países en desarrollo y la evidencia es débil) (enlace).
6. Las intervenciones comunitarias destinadas a aumentar la vacunación de la gripe entre los mayores de 59 años. De estas intervenciones hay de diferentes tipos, pero las más efectivas son las que organizan visitas domiciliarias para insistir en las personas menos proclives (enlace).
7. Los programas de prevención de caídas en personas mayores que viven en casa, con un especial énfasis en el ejercicio físico (enlaces 1 y 2).
8. Las actividades dirigidas a personas con pluripatología con el fin de prevenir la depresión y mejorar las dificultades en su funcionalidad (enlace).

En cuanto a la disminución en el consumo de alcohol entre los adultos, si bien el trabajo basado en la entrevista personalizada en los centros de salud puede llegar a funcionar, las acciones comunitarias no están teniendo resultados (enlace). Para finalizar la revisión, decir que, a pesar de existir estudios consistentes y bien elaborados, no hay ninguna efectividad demostrada ni en las intervenciones comunitarias para aumentar la actividad física de las personas que no son proclives (enlace), ni en los programas que intentan reducir el tabaquismo de los adultos (enlace).

Con esta revisión en la mesa, sería recomendable que los equipos de atención primaria concentraran esfuerzos en desarrollar programas de salud comunitaria atendiendo la evidencia disponible, y en relación a las estrategias que se deberían adoptar para hacerlo viable, el modelo de activos para la salud, propuesto por Rafa Cofiño y colaboradores (enlace), podría representar una revitalización para las intervenciones en esta materia en términos de intersectorialidad, salud positiva, participación, equidad y orientación a los determinantes de la salud. También sería conveniente dar una ojeada a la guía de NICE: "Community engagement: improving health and wellbeing and reducing health inequalities."

La salud comunitaria basada en la evidencia debería convertirse en un lema clarificador e incontrovertible para su despliegue en la atención primaria.

Jordi Varela

Editor