lunes, 1 de noviembre de 2021

Co-creación entre pacientes y profesionales para mejorar las prácticas clínicas

Jordi Varela




Las medidas para potenciar las prácticas clínicas de valor se pueden consultar en la web "DianaSalud.com" donde, a fecha de hoy, hay 5.838 recomendaciones procedentes de 28 fuentes diferentes. En este asunto, como en tantas otras cosas, el exceso de información puede bloquear y puede, por tanto, dificultar la buena marcha de iniciativas locales bien intencionadas. Para superar ese problema, algunas organizaciones sanitarias (incluyo hospitales, atención primaria y sistemas integrados) han creado comisiones "right care", la finalidad de las cuales es priorizar recomendaciones en función de oportunidades y circunstancias internas y, en esta línea, vale la pena prestar atención a una dinámica de co-creación promovida por "Right Care Alliance", en la que participaron diez clínicos y once pacientes, donde contemplaron prácticas valiosas que se hacían poco y prácticas poco valiosas que, siempre según sus criterios, se hacían demasiado, en las plantas de hospitalización. También acordaron cuál debía ser el marco que debía prevalecer para la inclusión de propuestas, que se podría resumir en cuatro criterios: a) temas que interesan a los pacientes, b) prácticas basadas en la evidencia, c) prácticas que no están basadas en el valor, y d) actividades clínicas que tienen un potencial elevado tanto para aportar beneficio como para hacer daño.

Los resultados responden al entorno y las circunstancias de aquella dinámica de co-creación, pero, en todo caso, creo que vale la pena dar un vistazo a la priorización que salió. Recuerden que el estudio se ciñó a los pacientes ingresados en las plantas de hospitalización:

Cinco actividades que no se practican suficientemente y que se deberían potenciar

  1. Facilitar que los pacientes puedan dormir más por las noches.
  2. Más y mejor comunicación entre los clínicos del hospital y los equipos de atención primaria antes del alta de los pacientes complejos.
  3. Más formación (y de más calidad) de los pacientes acerca de las recomendaciones que deben seguir después del alta.
  4. Evaluar clínicamente en posición ortostática a los pacientes que han sufrido un síncope antes de pedir más pruebas (más allá de un ECG).
  5. Estructurar la comunicación oral y escrita en los cambios de turno y en las transferencias.

Cinco actividades que se practican en exceso y que deberían evitarse

  1. Petición sistemática de análisis diarios de laboratorio en pacientes clínicamente estables y que no tienen una situación clínica que lo justifique.
  2. Monitorizar a los pacientes en ausencia de un riesgo específico.
  3. Pedir pruebas de imagen o de laboratorio sin una evaluación clínica completa (incluyendo exploración física).
  4. Solicitar electrolitos de orina en lesiones renales agudas si no hay oliguria o hepatopatía, y pedir ecografía renal sin un análisis estratificado de riesgos basados en la evidencia.
  5. Pedir TAC cerebral para evaluar el delirio que algunos pacientes adquieren durante la hospitalización, en ausencia de hallazgos neurológicos específicos.

Ahora mismo no sabemos si este decálogo de cinco actividades a promover y cinco a evitar en las plantas de hospitalización es el más adecuado para nuestro entorno, pero lo que creo que deberíamos tomar nota es en la incorporación de dinámicas de co-creación entre pacientes y profesionales para priorizar las prácticas clínicas que se consideran más valiosas.

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