¿De qué se trata?
Personal Health
Record (PHR) es un recurso electrónico que contiene información clínica
necesaria para que las personas tomen decisiones que afectan a su salud.
Un rasgo común de
las plataformas PHR que he consultado es la accesibilidad que el paciente
tiene de alguna parte "relevante" de información de su historia
clínica (informes de alta hospitalaria, informes de urgencias, resultados
de laboratorio, etc).
Además hay otras
características de PHR remarcables, que no todas las plataformas contienen, ni
tienen resuelto de la misma manera:
- Programación de visitas médicas, de enfermería y de pruebas.
- Auto-monitorización de alguna variable relevante: glucemia, tensión arterial, ejercicio físico, ingesta calórica, peso, etc. El propio paciente es responsable de mantener esta parte de PHR. Es muy útil para poblaciones de riesgo y para pacientes crónicos.
- Control de medicación y gestión de recetas.
- Acceso a imágenes radiológicas. Esta es una parte técnicamente sofisticada que suele verse todavía en desarrollo.
- Buzón de mensajería segura para conectar con el equipo asistencial. Ver post "Práctica clínicavirtual (3)".
- Gestión de la póliza de seguro (sólo las PHR americanas).
Plataformas PHR
genuinamente americanas:
Esta iniciativa
nació en Veterans Administration (VA) y ahora se ha extendido a Medicare y a
numerosas aseguradoras privadas. Blue Button ha convertido un icono de la
reforma Obama, y lo más destacable es que el programa ha logrado que 450
organizaciones se hayan comprometido a llenar de contenido la plataforma. Por
poner un ejemplo, dos asociaciones de enfermeras se han animado en una campaña
que promueve que las enfermeras utilicen Blue Button para conectar con los
pacientes más aislados.
La Carpeta Personalde Salud promovida por l’”Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de
Catalunya (AQUAS)
Resultados
Dada la evolución
constante y frenética de la introducción de las tecnologías de la comunicación
en la práctica clínica, las evaluaciones aún son muy iniciales, pero de las que
he tenido acceso, destacaría tres:
A National Action Plan to support consumer engagementvia e-health. Informe
elaborado por expertos del gobierno federal estadounidense publicado hace un
mes (febrero 2013) en Health Affairs. Este artículo hace un análisis del estado
de la implantación del e-health en EEUU, del que se concluye, en líneas
generales, que el 65% de la población adulta estaría interesada en acceder on-line
a su información clínica, aunque los profesionales quizá no lo están tanto, ya
que este hecho les implica cambios en la manera de trabajar; y tampoco ayuda
que no haya demasiados disponibilidad de plataformas digitales adecuadas. Todo
ello hace que, según el informe, en EEUU sólo el 17% de la población tiene hoy
acceso a servicios de plataformas PHR.
Association of online patient acces to clinicians andmedical records with use of clinical services. Artículo evaluativo publicado en JAMA en 2012 que
analiza el comportamiento de un grupo de usuarios de "My Health
Manager" y que concluye, contra lo que se podría prever, que las personas
que usan este PHR de Kaiser Permanente son más consumidores que los no
usuarios: se visitan más, llaman más, van más a urgencias y se hospitalizan
más.
Dos artículos
evaluativos, uno sobre PHR e hipertensión arterial y el otro sobre PHR y diabetes, concluyen que las carpetas personales para pacientes crónicos deben
ir acompañadas de programas de continuidad asistencial. Se trata, pues, de
plataformas muy útiles como complemento, pero no como sustitución.
Discusión
Personal Health
Records (PHR) son sin duda un excelente instrumento, sobre todo si son
interactivos y permiten que el paciente se implique en el auto-cuidado. Pienso
que también deberían ser una ventana de internet para que las personas
afectadas de alguna enfermedad crónica o grave tengan un lugar "seguro y
fiable" donde poder consultar.
Fíjense, sin
embargo, en el trabajo que he citado anteriormente de JAMA (gracias MiguelAngel Mañez @manyez por la aportación) que podría interpretarse en el sentido
de que los PHR serían un talismán para las personas más hipocondríacas, lo que
hace añicos las previsiones, ya que ahora se ve que la aproximación digital de
servicios al ciudadano, no reduce su dependencia del sistema sanitario, sino
que aglutina las personas más demandantes y las hace consumidoras de un nuevo
servicio.
Para el próximo
lunes primero de abril tengo preparada la edición del séptimo capítulo de
“Práctica clínica virtual” sobre Telecare o como practicar asistencia sanitaria
a distancia.
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