La esencia de "ner"
Según Saratxaga, "las organizaciones deben favorecer una cultura basada en la ética, la coherencia, la confianza, la autogestión, la libertad, la responsabilidad, la generosidad y la visión a largo plazo." En este sentido, "ner" es muy similar al modelo "teal-evolutivo" descrito por Frederic Laloux. Se trata de dos propuestas que pretenden crear empleos más emprendedores y más humanos y, en definitiva, un mundo laboral donde las personas sientan que su aportación es significativa.
La esencia de "ner", en formato decálogo, sería la siguiente:
- Los trabajadores son personas responsables y están motivados de manera natural.
- La empresa se organiza a partir de redes de equipos autogestionados, con capacidad para elegir sus propios líderes.
- La función de los líderes es crear un ambiente en el que los profesionales puedan crecer.
- La toma de decisiones y los compromisos son competencia de los equipos autogestionados.
- No hay control horario, pero no se pagan horas extras.
- No hay un director general, sino un coordinador (e inspirador) general.
- Un mínimo del 30% de los beneficios se distribuye entre la plantilla.
- Los salarios más altos no pueden ser superiores a 2,5 veces los más bajos.
- Cuando hay crisis se activan mecanismos solidarios para evitar los despidos.
- La transparencia es radical e incluye la información financiera y la de los salarios.
Los resultados de "ner"
Muchos pensarán que estos nuevos modelos son propios de académicos, como Laloux, que no saben qué se cuece en primera línea de fuego, pero resulta que Koldo Saratxaga, no sólo no es profesor universitario, sino que es un hombre que viene de bajo, un emprendedor que ha reflotado muchas empresas a base de aplicar la medicina de la confianza en los trabajadores.
Para defender que las esencias de "ner" corresponden a una ideología aplicable, nada mejor que observar resultados. En un post anterior ya hice notar que Gallup había comparado las empresas del "Best Places to Work" de Glassdoor, con las que tienen los niveles más bajos de motivación y había descubierto que las empresas con los trabajadores más implicados son un 22% más productivas, generan un 21% más de beneficios a sus accionistas, sufren un 37% menos de absentismo, un 48% menos de accidentes laborales y un 41% menos de defectos en la calidad de sus productos y servicios.
En el vídeo, Corporate Rebeldes Academy hace un ejercicio similar al de Gallup, cuando analiza los resultados de las empresas "ner" y descubre que sus beneficios han aumentado entre un 25% y un 300%, su productividad ha crecido un 40%, mientras que el absentismo observado es un 32% inferior al de la media española y los salarios un 41% superiores. De estos cifras se deduce que las personas somos capaces de sacar lo mejor de nosotros mismos cuando compartimos proyecto y nos sentimos reconocidos y, por otro lado, mostramos nuestra peor cara, o nos hundimos en la miseria, cuando nos sentimos adocenados y controlados.
Con estos resultados en la mano, damos por hecho que el ministro de la función pública ya debe estar pensando en cómo puede acabar con tanta jerarquía y reglamentación decimonónica de la Administración, para avanzar, por el contrario, hacia un nuevo modelo basado en la confianza y el compromiso de sus trabajadores.
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